El accidente de tránsito en que supuestamente está involucrado el vocal del Consejo de la Judicatura, Oswaldo Domínguez, causa reacciones. Ítalo Palacios, abogado del funcionario, dijo que su cliente no tenía aliento a alcohol como inicialmente se indicó. “Por prescripción médica mi defendido no puede ingerir licor. Tuvo una cirugía en octubre y otra a mediados de diciembre por lo que es imposible que haya ingerido licor”, insistió el judicial.
Según el abogado, la Policía pidió hacerse la prueba de alcocheck, pero no se hizo porque “presentaba un problema de salud y por eso fue ingresado a la clínica para que reciba atención”. Palacios dijo que recibió la autorización de su defendido para dialogar con los aludidos y llegar a acuerdos reparatorios “como permite la Ley de Tránsito”.
Andrés Valarezo, de 15 años de edad, que supuestamente fue atropellado por el funcionario, mostró una mejoría.
A las 21:40 del sábado, Domínguez, quien aparentemente conducía un Jeep Hilander Híbrido, color beige, se impactó con un auto Hyundai de placas UBP-602, de propiedad de Freddy Saquipay. El accidente ocurrió en las Cuatro Esquinas, de la parroquia Ricaurte.
Testigos contaron que el conductor intentó escapar y fue atropellando a los hermanos Diego y Andrés Valarezo, de 17, 15 años, y a Bryan Mera, 13. También colisionó con otros dos automotores. Andrés Valarezo recibió un golpe en la cabeza y estaba en Cuidados Intensivos del Hospital del Río de Cuenca. Ayer salió de su estado crítico.
Viviana Valarezo, madre de los adolescentes, dijo que Domínguez sí estaba con aliento a licor. “No podía ni sostenerse parado, pero todos lo encubrieron”.
Flavio Barros, abogado de los Valarezo y Saquipay pidió tres días para ratificar su intervención. La idea es hacer los cálculos de los daños materiales y personales de sus defendidos. El jueves en la fiscalía se tomarán las versiones de los testigos.