Los delincuentes envenenaron al perro que cuidaba la casa, para poder robarla. Diego P. encontró al rottweiler tendido en el patio trasero de la vivienda.
Luego vio a un policía dentro de la vivienda, ubicada en sector de la Cofavi, en el norte de Quito. Diego P. ingresó a la sala y se percató que algunos muebles y el equipo de sonido ya no estaban.
El policía había llegado minutos antes, después de ser alertado por una vecina. “Con mi esposa e hija nos fuimos de paseo durante el fin de semana, pero antes de salir de la ciudad la misma vecina nos llamó y tuvimos que regresar. Nos habían robado”.
De enero a abril del 2009, la Dirección Nacional de la Policía Judicial registró 3 959 denuncias por robo a domicilios. En el mismo período, pero del 2010, hubo 3 695. Diego P. formalizó la denuncia en abril, pero asegura que hasta ahora no hay resultados.
“En la Fiscalía nos dijeron que de encontrar nuestras pertenencias en algún operativo tenemos que reclamarlas, pero solo si teníamos las respectivas facturas”, dice molesto Diego P. “¿Cree usted que tenemos todas las facturas? No puede ser posible que por eso tengamos que dar por perdidas todas las cosas.
Pero el fiscal de Pichincha, Marco Freire, asegura que en esos casos existe otra alternativa. “Si no tienen el título de propiedad hay que justificar los artículos con información sumaria”. Es decir, presentar el testimonio (por escrito) de dos o tres personas que afirmen que los afectados son propietarios de los objetos recuperados. “Este trámite puede hacerlo cualquier persona. En el escrito se debe especificar en qué año y almacén fue adquirido ese objeto. Esto debe ser aprobado por el fiscal del caso”.
Para llegar a esa instancia es necesario ser paciente, según Germán Carrera, jefe de la Brigada de Delitos contra la Propiedad de la Policía Judicial de Pichincha. “Muchas personas no recuperan sus pertenencias porque desisten de seguir con la denuncia”.
Luego de presentarla, en las oficinas de la Fiscalía, los afectados son llamados a detallar lo que conocen sobre el robo y a hacer un registro. El siguiente paso es un reconocimiento de firma, para que los peritos de la Policía y el Ministerio Público puedan acudir al lugar del asalto para reconstruir la escena de los hechos.
De ahí hay que esperar a que la Policía dé con el lugar donde se almacenan o se comercializan los aparatos. Entonces se llama a los posibles propietarios para que hagan un reconocimiento. “También hacemos un inventario y se publica en la prensa”, señala Carrera. Diego P. asegura que acudió a los llamados de la Policía más de una vez, “pero nada de lo recuperado ha sido nuestro”.
Los delincuentes se llevaron de su domicilio un microonda, dos computadoras portátiles, una grabadora y dos televisiones. También un DVD, un celular y joyas.
Entre enero y febrero del 2010, el Observatorio de Seguridad Ciudadana del Municipio de Quito registró 649 denuncias por robos a domicilios. Son 117 más en relación al 2009.
La mayoría ocurrió en la noche y madrugada y, en la mayoría de casos, los delincuentes utilizaron armas de fuego para amedrentar a las víctimas.
Mario N. recuerda que el 16 de abril pasado ingresó, junto a su esposa, al parqueadero de su domicilio y encontró a cuatro desconocidos: dos hombre y dos mujeres. Uno de ellos mostró un revólver y trató de intimidarlos. Mario N. dijo que forcejeó con uno de ellos y que los desconocidos trataron de escapar en un vehículo que los esperaba fuera de la casa, en el sector de San Fernando, en el norte de la capital.
“Llamé a la Policía y los seguí junto con otros moradores. El auto en el que huían chocó con otros dos que circulaban por la av. Occidental y logramos detenerlos”, cuenta el joven. “Mi vecino Ernesto aseguró que eran los mismos ladrones que le sustrajeron dinero y joyas de su casa, seis días antes”.
Mario N., acudió a la Fiscalía para presentar la denuncia, pero ahí se enteró que hace solo 15 minutos de su llegada, los desconocidos fueron puestos en libertad. “Un juez me dijo: de qué se queja si no le robaron nada, no hay pruebas de que ellos hayan estado en el parqueadero”.
Según el artículo 195 del Código Penal, las personas que ingresaran a un domicilio sin el consentimiento de los dueños pueden ser sancionadas de “15 días a 6 meses de prisión y con una multa de entre USD 5 a 12”.
Pero esta normativa se convirtió en letra muerta para Diego P. Él dice que restituirá los bienes que le fueron robados y extremará las medidas de seguridad dentro y fuera de su domicilio.
Seis recomendaciones para proteger su vivienda de la delincuencia
Los robos de viviendas se denuncian en la Fiscalía, ubicada en las calles Roca y Juan León Mera y en la Policía Judicial (en la misma dirección). Incluya el listado de los objetos robados.
En las bodegas de la Policía Judicial se puede recuperar los objetos robados. Para la devolución debe presentar la documentación de los bienes.
Las ventanas de las viviendas se pueden proteger con láminas de seguridad. Se adhieren al vidrio sin dañarlo y evita que se rompa cuando hay un impacto. Cuesta desde USD 180 .
En los buzones evite poner su nombre. Hay el riesgo de que los delincuentes lo registren y acudan a su casa como falsos vendedores o por familiares.
Si observa a personas sospechosas por su domicilio llame al 101, teléfono de emergencia de la Policía Nacional, o acuda inmediatamente a un puesto de vigilancia de su sector.
Las alarmas son una opción para proteger su casa. Se activan y envían una señal a la empresa privada de seguridad que da el servicio. Cuestan de USD 40 hasta USD 200.