Manabí registra pocas sentencias condenatorias en casos de asesinatos

En el barrio La Pradera, en Manta. En julio pasado, sospechosos asesinaron a una persona que después fue identificada por familiares que llegaron al lugar.

El crimen ocurrió en febrero pasado y 10 meses después, la muerte de Ángel B. aún no se aclara.
El viernes, su pareja viajó otra vez de El Oro a Manta para verificar cómo avanza la indagación, pero en los juzgados hay otros casos que tampoco llegan a una sentencia.
Según estadísticas de la Fiscalía General del Estado, durante el 2010 en Manabí se registraron 861 delitos contra la vida y solo 43 fueron resueltos. En el 2011 fueron 569 con 35 sentencias condenatorias y en lo que va del 2012 llegan a 578 con 29 sentencias.
El asesinato de Ángel B. ocurrió luego de que un desconocido que se movilizaba en una moto le disparara cuando viajaba en una camioneta por el puerto manabita y ahora sus parientes piden que se ubique a los responsables.
El pasado 6 de diciembre, Henry V., de 34 años, murió con cinco heridas de bala. El hecho sucedió a medianoche en la avenida 4 de Noviembre y calle 115, a 800 metros del edificio de la Fiscalía.
Según testigos, los sospechosos se movilizaban en una motocicleta, pero tampoco hay pistas ciertas.
Un primo de la víctima sostiene que la familia teme por posibles represalias si denuncian.
El presidente de la Asociación de Abogados de Manta, Enrique Cedeño, reconoce que “muchos casos” quedan en la impunidad. “Abogados, fiscales y jueces somos amedrentados por integrantes de bandas delictivas; también hay recelo en familiares de las víctimas”.
La lentitud de la indagación
El ex fiscal de Manabí César Ponce asegura que la Fiscalía carece de equipo propio de investigadores. “Hay de dos a tres agentes de la Policía Judicial asignados y son insuficientes para cubrir Manta, Montecristi y Jaramijó”.
Entre el 2010 y 2011, cuando Ponce estuvo en funciones, logró apenas 20 sentencias condenatorias de más de 350 atentados contra la vida. “A pesar de que no existan denuncias, la Fiscalía debe investigar de oficio, pero hay varios casos donde los testigos no acuden a declarar. Algunas veces se los ha llevado con policías, pero dicen que no saben nada. Es allí cuando se detienen los casos y muchas veces las investigaciones simplemente quedan inconclusas”.
Frente a las estadísticas de la Fiscalía, el presidente de la Judicatura de Manabí, Carlos Teodoro Delgado, se remitió a decir que los jueces emiten sentencias de acuerdo con los informes que les llegan desde la Fiscalía y no entró en detalles.
Rolando Z., familiar de un joven de 18 años que hace 60 meses fuera asesinado frente a la zona comercial en el noreste de Manta, cuenta que la falta de dinero y las dificultades en el proceso de trámites judiciales lo detuvieron y no siguieron el avance de la investigación. “A mi hermano lo mataron simplemente porque no se dejó robar un celular. Luego nos enteramos que esa misma persona cometió otro crimen al siguiente día”.
Sentencias condenatorias
El 11 de diciembre pasado, el Sexto Tribunal Penal de Manabí sentenció a 25 años de cárcel a Eduardo M. y a Marlon O. por la muerte de Freddy Joza, hecho ocurrido el 14 de julio del 2011.
Joza era el dueño de la casa donde fue lanzada una bomba en el sitio La Pradera. Al día siguiente de la explosión, él limpiaba los escombros y fue asesinado.
Otro de los casos que llegó a sentencia fue el asesinato del estudiante universitario Marcelo Espinosa Moreira, hace 5 años.
Tenía 19 años y según testigos se resistió al asalto. Su muerte provocó que los habitantes de Manta salieran a las calles a la primera marcha blanca. Después de 17 días, el sospechoso fue apresado y condenado a 20 años de cárcel.
El padre del estudiante, un abogado de Manta, en principio se resistía a denunciar el caso.
Para la fiscal provincial, Sonia Barcia, la poca colaboración de los familiares demoran las investigaciones. “Ahí está el caso del asesinato del 8 de diciembre de este año en Manta. Varias personas presenciaron el hecho, cuando llegaron los policías nadie vio nada, la gente muchas veces no confía ni en su propio vecino”.
Las protestas
El jefe de la Policía Judicial de Manta, Edwin Gómez, dice que es importante que los familiares y testigos denuncien para que los procesos avancen y lleguen a sentencias.
Desde el 2008 hasta la fecha 420 personas han muerto en hechos violentos en Manta, Montecristi y Jaramijó.
El crimen de William Espinosa (19 años), en octubre del 2008, detonó el inicio de las marchas por la paz en Manabí. El 26 de noviembre del 2011, el asesinato del profesor Hitler Carvajal motivó una nueva protesta.