Los presos le quitaron el saco y la camiseta. Eran cinco y con cuchillos atacaron a Aliaksandr Barankov. Pero antes, por mensajes al celular los detenidos pidieron a su novia que les diera USD 100. Ocurrió a inicios de junio, cuando fue recluido en el ex penal García Moreno.
Barankov es ciudadano bielorruso. Entró a Ecuador el 27 de octubre del 2009 y hoy se cumplen 77 días desde que la Policía lo arrestara en su casa (norte de Quito). Esto, como parte de la extradición pedida por su país.
El caso reposa en la Presidencia de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), pero no es la primera vez que Barankov está detenido. Ya ocurrió siete meses después de su llegada. Estuvo preso 55 días.
Pasó por los calabozos de la PJ, del CDP, el pabellón A del ex penal y la Cárcel 4. Fue allí cuando tramitó el refugio, pues dijo ser perseguido por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
En un entrevista con personal de Relaciones Exteriores hizo fuertes revelaciones y señaló que desde el 2007 trabajó en un grupo de la seguridad presidencial y que la familia de Lukashenko supuestamente estaba involucrada en casos de lavado de activos, venta de droga, mercado negro de armas, petróleo, gas, etc.
Respondió 13 preguntas y el 27 de junio del 2010 Ecuador aprobó el refugio, pues consideró que Barankov “necesita protección internacional extraordinaria”.
Vendió su vehículo para comprar boletos de avión
En la entrevista con funcionarios de la Cancillería hubo más revelaciones y aseguró que tras mostrar su desacuerdo con el Presidente de la República, le restringieron las licencias y que el 25 de junio del 2009 incluso le ‘prohibieron’ estar con su padre cuando sufrió un infarto cerebral.
Un mes después salió de Bielorrusia y manejó su auto por la frontera con Rusia. Luego viajó a Egipto. Allí estuvo un mes y medio, hasta que lo encontró la CIA. Sus agentes no aceptaron protegerlo y llevarlo a Estados Unidos.
Aceleró la salida y en una página web descubrió que en Ecuador no necesitaba visa para ingresar. Hizo contactos virtuales con Quito, vendió el auto, realizó trámites, compró boletos y viajó.
Su contacto lo esperaba en el aeropuerto y cuando arribó lo dejó en un hostal en La Mariscal, un barrio en el norte de la capital.
Vivía en un cuarto, sin televisión y en el clóset apenas había sacos, dos pares de zapatos, dos pantalones y una camisa. Buscaba la cédula ecuatoriana, pero su contacto le pidió USD 2 000 para conseguir el documento.
Lo primero que debía hacer es casarse con una ecuatoriana. Lo hizo después de tres meses de estar en Quito. Viajó a Guayaquil y a un hostal llegaron supuestos funcionarios del Registro Civil para sellar el matrimonio con una mujer de Santa Elena.
La cédula ecuatoriana nunca la recibió y los primeros meses permaneció con otro nombre hasta que fue apresado en mayo del 2 010 y por primera vez Bielorrusia intentó su extradición.
La madre del ministro Serrano conoció el caso
Ayer, el presidente Rafael Correa aclaró que el pedido de extradición de Barankov no se da tras la visita a Quito del presidente Lukashenko. El Mandatario estuvo en Ecuador en junio, 20 días después del arresto del extranjero.
Sin embargo, este Diario accedió a los archivos judiciales del 20 de junio pasado. Ese día, en la CNJ hubo una audiencia para preparar la extradición del bielorruso y la Presidencia de este alto organismo estuvo a cargo de la jueza Rocío Salgado Carpio.
Ella es madre del ministro del Interior, José Serrano, y fue quien recibió a tres personas que se identificaron como funcionarios de Bielorrusia. Ellos exigieron el envío del detenido a su país. Yaroslav Khmyl se presentó como subjefe de la Dirección de América de la Cancillería de Bielorrusia. Sostuvo que su presencia allí era una casualidad y que habían llegado principalmente a preparar la visita de Lukashenko.
“Quisiera decir que en algunas declaraciones del señor Barankov hay algunas mentiras. Por ejemplo, nunca sirvió dentro de la seguridad del Presidente (…) Es algo extraña la expresión de que nuestra nación no presta las garantías para el juzgamiento”.
En tanto, Dmitry Mikushev dijo que la petición “no tiene el fin de persecución por motivos políticos o pertenencia racial o creencia”. Al final de la cita, la jueza Salgado ordenó que se agreguen al expediente los documentos presentados y adelantó que analizará las peticiones planteadas para un posterior pronunciamiento. Pero el caso aún no se resuelve.
Si la Corte valida el pedido, Correa definirá la extradición
El estatus de refugio que el 27 de junio del 2010 se aprobó en favor de Barankov expiró el 8 de junio pasado. Pero la Cancillería aclaró ayer que eso no implica que esté sin protección. De hecho, se aseguró que él mantiene el refugio, que no lo ha perdido pese a estar detenido y que mientras aquello esté vigente, el extranjero no podrá ser extraditado a su país.
El refugio de Barankov deberá ser analizado por una comisión técnica, pero esta no se ha conformado hasta el momento.
Este no es el único caso de foráneos pedidos por otra nación. Este Diario accedió a archivos oficiales y allí se advierte que desde 1995 hasta el momento Quito ha recibido 90 peticiones para que prófugos de la justicia sean enviados a los países solicitantes. Catorce ya han sido extraditados.
Ecuador ha solicitado el retorno de 87 personas que están en el extranjero y que aquí tienen juicios abiertos (19 han llegado de seis países). La mayoría de trámites tiene relación con casos de narcotráfico, violación, asesinato, etc.
Según la Ley de Extradiciones de Ecuador (art. 17), si el Presidente de la Corte Nacional de Justicia aprobase la extradición, será potestad del Presidente de la República aceptarla o negarla.
Ayer, Rafael Correa indicó que él decidirá el caso del bielorruso. Esto, luego de que los jueces emitan su fallo. “El Ejecutivo debe negar o ratificar la extradición si así lo decide la Corte, pero como eso todavía está en tramite no puedo decir nada más”.
Este Diario también accedió a un informe del Comité de Seguridad de Bielorrusia. En ese documento de siete páginas se detallan los casos de supuesto fraude por los que se investiga a Barankov. Se menciona, por ejemplo, que en el 2008 “se apropió” de USD 30 000 de Karolin A., de USD 40 00 de Ivanovkiy D., de USD 5 000 de la empresa privada Totail Oil, etc. En la Interpol se lo busca por fraude y en un documento enviado el 16 de julio a la Corte, la Cancillería dice que el caso está pendiente hasta que se amplíen datos sobre supuestos nexos con redes delictivas.
Lo que dispone la Ley de Extradición
La extradición se concederá atendiendo al principio de reciprocidad. Se aprobará por delitos según los cuales las leyes ecuatorianas y las del requirente señalen una pena mínima de un año de cárcel (artículos 1 y 2).
En caso de urgencia, el Presidente de la Corte Nacional de Justicia podrá ordenar la detención de la persona reclamada en extradición, como medida preventiva (artículo 8 de la Ley).
Él dictaminará si es o no procedente la extradición (art. 24). El artículo 17 señala que “si la sentencia declarare procedente la extradición, el Presidente de la Corte ordenará que se notifique al Ministro del Gobierno (Interior).
Este Ministro, por delegación del Presidente de la República, decidirá la entrega de la persona reclamada o denegará la extradición de conformidad con lo dispuesto en el artículo 14 de la Ley.
Si la Corte Nacional de Justicia niega la extradición, el caso ya no pasa a la Presidencia de la República.
El asilo a Assange
El Gobierno dice que en el caso Barankov se actuará igual que en el de Julián Assange. “Si se determina que corre riesgo la vida del ciudadano, que puede tener pena de muerte o cadena perpetua, actuaremos en los mismos parámetros exigidos para el señor Assange”, dijo el vicecanciller, Marco Albuja.
Barankov ha señalado que de concretarse la extradición su vida puede correr peligro. Hace ocho días, el Gobierno ecuatoriano concedió el asilo a Assange, quien también dijo que al ser detenido su vida estaría en peligro.