Los 10 000 fusiles AK-47 están en un reparto militar de Guayaquil, bajo custodia. Ese armamento, donado por China al Ecuador, no ha sido utilizado desde su arribo al país el último 15 de agosto.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas creó una comisión técnica para analizar “el mejor uso” que pueden dar a esa dotación.
EL COMERCIO conoció que las armas inicialmente no serán distribuidas en los destacamentos militares situados en la frontera norte.
¿A dónde irán? Las FF.AA. estudian asignar los 10 000 fusiles a entrenamientos de su personal. Las armas irán principalmente a repartos de la Fuerza Terrestre. Este dato lo confirmó César Navas, ministro coordinador de Seguridad, a este Diario.
En el 2014, el general Luis Garzón, entonces jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., comunicó a las autoridades del Ministerio de Defensa la necesidad de renovar los fusiles del Ejército.
Ese es un requisito legal, establecido en la Ley de Armas, Municiones y Explosivos. En el artículo 9 de esa normativa se señala que cualquier armamento que llegue al país -para uso estatal o privado- debe tener un informe previo del Comando Conjunto.
Esto precisamente era lo que cuestionaban legisladores de oposición, pues señalaban que no se conocía cuál era la necesidad de recibir esa donación desde China.
Los 10 000 AK-47 reemplazarán a los fusiles FAL, que actualmente están distribuidos en los cuarteles del país. Aún quedan otros 20 000 fusiles de ese tipo que también serán sustituidos.
Además, en la dotación que las autoridades de Beijing entregaron a Quito hay municiones calibre 7.62 y simuladores de tiro.
Aunque los fusiles FAL que en este momento utilizan los soldados tienen el mismo calibre, no son adaptables al nuevo armamento chino.
De allí que el Gobierno aún no define el país que proveerá esa munición. “No necesariamente (será) China. Hay proveedores aquí. Qué bueno si Santa Bárbara, que es nuestra empresa en el ámbito de armamento, pueda producirla”, comentó el ministro Navas.
Las Fuerzas Armadas emplean en sus tareas la munición 5.56, compatible con los fusiles HK y M-16, de dotación en las FF.AA. de Ecuador. Brasil es uno de los proveedores. No se descarta que esa nación pueda abastecer también el calibre 7.62.
El AK-47 es uno de los fusiles más utilizados por los militares a escala global. En la región, agentes de Brasil, Chile, Perú o Venezuela manejan o lo hicieron en algún momento.
Soldados de élite del Ejército han estudiado esta arma de asalto y comentan que se trata del fusil “mejor inventado en la historia”. En los cuarteles existen AK-47, pero como modelos para instrucción de manejo y conocimiento de armas largas. En esas clases han aprendido que el AK-47 es idóneo para operaciones en selva, pues puede disparar bajo el agua, lodo o maleza.
Para las operaciones más complejas, sobre todo, en la frontera, los soldados usan fusiles HK, de origen alemán, y el M-16, estadounidense.
Aunque el AK-47 es un fusil originario de Rusia, este país ha otorgado licencias de producción a Israel, India o China. Las armas que llegaron a Ecuador son de origen chino, que ha proveído a países como Corea del Norte, Afganistán, Irán, Nicaragua y Bolivia.
Además de los fusiles, Ecuador recibió de China tres lanchas de patrulla que serán usadas para “potenciar” los operativos fluviales.