A tres años de la muerte de Karina del Pozo, sus familiares todavía sieten dolor por el femicidio de la joven. Foto: Archivo EL COMERCIO
Los recuerdos aún son dolorosos. Este sábado 20 de febrero del 2016, se cumplen tres años de la muerte de Karina Del Pozo, una joven quiteña que fue agredida sexualmente y asesinada al norte de Quito. Familiares de la chica, recordaron la noche de ayer, los momentos de angustia que vivieron a partir del 19 de febrero del 2013.
El pasado viernes, en una entrevista con EL COMERCIO recordó que en esas diligencias se visibilizaron otros casos de mujeres que habían sido asesinadas y que estaban impunes. Allí, vieron que Karina no fue la única víctima de la violencia de género, pues en septiembre del 2013, el Tribunal Séptimo de Garantías Penales de Pichincha sentenció a 25 años de cárcel a tres hombres, implicados en la muerte de la joven. En la audiencia realizada en septiembre de ese año, los jueces señalaron como autor del asesinato a David P., y como cómplices a José S., y Gustavo S.
Ellos actualmente cumplen la pena en la cárcel de Cotopaxi.
Por eso, la familia de Karina dice que la muerte de ella sirvió para visibilizar una problemática que existía y que no era tomada en cuenta.
Ese día fue vista por última vez con vida. Huérfana de madre y padre, la joven modelo de 20 años vivía con su hermano. Era temprano en la mañana cuando salió de su casa en busca de trabajo. En la tarde se reunió con un grupo de amigas y en la noche desapareció.
Familiares y amigos la buscaron por redes sociales y publicaron su foto. La imagen de la joven apareció en medios de comunicación y tras nueve días de búsqueda su cuerpo fue hallado sin vida en el sector de Llano Grande, una parroquia al norte de la capital. El cuerpo de Del Pozo estaba oculto en medio de matorrales de la zona. En la autopsia que le practicaron determinaron que murió tras ser estrangulada y golpeada con una piedra en la cabeza.
Así, fue como Quito se conmovió y apoyó las movilizaciones que la familia y amigos de la joven realizaron para pedir justicia por el asesinato. María Fernanda Del Pozo, prima de Karina asistió a cada una de las concentraciones.
De allí, que luego de la muerte de la joven empezaron a ver cambios en las instituciones públicas. Se crearon unidades especializadas de violencia de género y desaparecidos tanto en la Fiscalía como en la Policía.
El Código Integral Penal también sufrió modificaciones y se incluyó el delito de femicidio que se castiga con una pena de hasta 26 años. En Quito emprendieron campañas de sensibilización y el no maltrato a la mujer. De hecho, una de las campañas más simbólicas fue hace un año, precisamente en el segundo aniversario de la joven. Una cruz rosada fue colocada en el lugar donde fue hallado el cuerpo de Karina.
Este año, en cambio la familia dice que no se tiene planificado hacer un evento público. Por el contrario, el recogimiento familiar es la forma como recordarán a la joven. Esto les ayuda a aplacar el dolor que aún sienten. Se analiza la realización de una misa pero a la ceremonia asistirán solo allegados.