Activistas de Quito, Ambato y Riobamba se reunieron en los exteriores del edificio judicial para respaldar a Estefanía C.. Foto: Raúl Díaz para El Comercio.
Un fuerte grito de emoción se escuchó en los exteriores de la Unidad Judicial Penal de Riobamba cuando Estefanía Camelos fue declarada inocente. Ella fue enjuiciada penalmente por escribir un comentario en la página de Facebook de una hostería de Riobamba.
La joven de 24 años es una de las líderes del colectivo Ser más Animal, Ecuador Abolicionista y militante del movimiento juvenil Contracorriente. Las tres agrupaciones se dedican a promover movilizaciones y plantones en rechazo a las corridas de toros en el país.
“Escribí ese comentario porque amo a los animales y porque estoy en contra de todo acto de tortura”, señaló Camelos, quien también se dedica a rescatar animales abandonados en Riobamba y a darlos en adopción.
El caso
Ella escribió: “Un lugar que en sus instalaciones maltratan y torturan animales. Muchos inocentes han muerto ahí. No la recomiendo”, en la sección de reseñas del fan page de esa Hostería, reconocida en Riobamba por los espectáculos taurinos que se ofrecen ocasionalmente en la plazoleta de tienta edificada en el interior del establecimiento.
De hecho, la afición a la tauromaquia es parte de los atractivos que se promocionan en la Hostería, que funciona al occidente de la capital de Chimborazo desde hace unos nueve años. Allí también funciona un hospital privado de atención permanente.
“Ese comentario nos causa mucho daño. Hay que tomar en cuenta el número de visitas que tuvo, y que se señala que ahí han muerto muchos inocentes, cuando aquí funciona un hospital”, señaló Jorge E., propietario de la hostería, en su denuncia.
Para los activistas que se movilizaron desde Quito, Ambato y Riobamba para respaldar a su compañera, la querella fue un intento de los empresarios taurinos por amedrentarlos y mermar las manifestaciones en rechazo a las corridas.
“El que las cosas hayan ocurrido así fue también una oportunidad para demostrar que estamos unidos y que no tenemos miedo a levantar nuestra voz. Esta demanda no me amedrentó, me dio más impulso y visibilizó más esta lucha”, dijo sonriente Estefanía.
Sus compañeros coincidieron con ese criterio y lo respaldaron gritando “Esto solo es el principio”. Los jóvenes contaron que en su agenda constan más actividades para concienciar a la gente sobre las corridas de toros.
Cristina Celi, una activista que llegó desde Quito para participar en la campaña de respaldo, señaló que las manifestaciones continuarán en ambas ciudades hasta lograr la abolición de las corridas de toros. “Si tocan a uno de los nuestros, nos tocan a todos. Estaremos presentes cada vez que se intente cometer un acto de injusticia como este”.
Al conocerse el veredicto, cerca de las 16:00, fue necesaria la intervención de la fuerza pública para evitar un enfrentamiento. El conflicto se inició cuando del edificio judicial salió un grupo de aficionados taurinos que también acudieron para respaldar a los propietarios de la hostería.
Ambos grupos empezaron a gritar consignas en defensa de sus creencias. La parte acusadora se retiró del lugar sin dar declaraciones.