Llegada al aeropuerto de Tababela de los restos de los militares que fallecieron en el accidente aéreo. Foto Alfredo Lagla / El Comercio
Escenas desgarradoras de dolor se vivieron en la Escuela de Aviación del Ejército Capitán Fernando Vásconez, ubicada en la avenida de Las Américas, en el norte de Guayaquil.
Esto ocurrió cuando llegaron los cuerpos del cabo primero Luis Ramírez (34 años) y del sargento segundo Freddy Acosta (37 años), quienes murieron el martes 15 de marzo del 2016, en un accidente aéreo en la selva de la provincia de Pastaza.
El avión que trajo los cuerpos llegó a Guayaquil a las 18:45, procedente de Quito; el arribo inicialmente se había anunciado para las 14:00, pero se postergó hasta la noche. Luego, los restos de los militares fueron depositados en unas carrozas para integrarse a una marcha fúnebre, integrada por el personal de la Aviación de la Marina, Infantes de Marina y la Banda Musical de la Armada del Ecuador.
Al acto acudieron las principales autoridades de la Armada, quienes expresaron su pésame a las familias de los militares, que eran especialistas en paracaidismo, salto libre, entre otras actividades.
“Sentimos un profundo dolor, será muy difícil la vida castrense sin ustedes, será muy triste empacar nuestro paracaídas sin su sonrisa, aquella sonrisa que nos motivaba a saltar al espacio y sentirnos más cerca de Dios (…)”,expresó un oficial de la Marina.
Posteriormente, los cuerpos fueron llevados a las instalaciones de la Infantería de Marina, en la Base San Eduardo, donde se instaló una capilla ardiente. Se informó que los militares serán llevados a Milagro y Santo Domingo de los Tsáchilas, de donde eran oriundos.