El urbanista José Ordóñez cree que no es compatible la convivencia entre cuarteles y viviendas.
La balacera del pasado 30 de septiembre, en el Regimiento Quito No. 1dejó en evidencia lo peligroso que puede resultar vivir cerca de un cuartel. ¿Cómo se puede evitar que infraestructuras como esas permanezcan en sitios poblados?
De acuerdo con la planificación general de la ciudad hay restricciones para cierto tipo de equipamiento o construcciones, tal es el caso de las fábricas. Con respecto a los cuarteles o regimientos se los ve, o se los vio en un principio como lugares generadores de seguridad y para muchas familias era un privilegio vivir cerca de un cuartel policial o militar. Por esa razón, se veían compatibles con las áreas pobladas.
Los cuarteles se deberían construir en sitios definidos, lejos de los centros urbanos. ¿Hay alguna normativa específica para esas construcciones en Quito?Los cuarteles o regimientos deberían estar ubicados fuera de la ciudad y rodeados de amplios espacios verdes. La normativa que consta en la Ordenanza Municipal del Plan de Uso y Ocupación del Suelo, encargada de la regulación de estas construcciones, es muy general. Además, en la normativa no necesariamente se plantea que estos sitios deben estar ubicados fuera de lo urbano, pues son considerados como parte de la dinámica de la ciudad.
¿Desde el diseño urbano se puede impedir que proliferen construcciones de negocios y casas cerca de los cuarteles policiales y militares?
Es difícil impedir o prever la construcción de negocios o viviendas en los alrededores de un cuartel o regimiento, porque estos lugares se vuelven comerciales en el momento en que su población (policías y militares) empieza a demandar comida y otros servicios.
Algunos sitios de Quito se han desarrollado alrededor de los cuarteles. Por ejemplo, El Pintado, San Bartolo, Mariana de Jesús. ¿Es posible la reubicación de estos sitios y en qué se pueden utilizar después esos predios?
No solo es posible, es necesario el traslado de estos lugares. Se debería hacer una revisión a la Ordenanza Municipal y repensar el modelo de construcción y convivencia de la ciudad. En cada barrio es lógico que exista una estación de Policía, que se encargue de brindar seguridad. Este es un lugar donde los policías irían a cumplir con sus funciones, mas no a vivir ahí, recibir algún tipo de entrenamiento, o ser sede de armamento, como es el caso de los cuarteles y de los regimientos. En esos predios se deberían construir parques.
¿Las casas aledañas a los cuarteles deberían tener diseños o estructuras especiales, considerando que están cerca de rastrillos y polvorines, principalmente?
Existe una incompatibilidad en la convivencia de viviendas y cuarteles. No existe razón para que las casas cercanas a un cuartel tengan un diseño especial de construcción. Son los cuarteles los que tienen que ser construidos fuera de la ciudad y con un diseño adecuado a sus demandas y requerimientos.
¿Deberían existir zonas de amortiguamiento entre los cuarteles y las viviendas, por ejemplo, parques u otras áreas de recreación?
Es muy recomendable la existencia de una zona de transición entre un uso como vivienda y un uso como cuartel. Al tener tal cercanía con los organismos de seguridad, donde hay armamento, la población se ve frágil ante cualquier hecho violento, que se registrare en ese lugar. Nadie puede conocer con anticipación el desarrollo de enfrentamientos armados como el del jueves 30.
¿Qué condiciones debe reunir una zona donde se levante un cuartel, teniendo en consideración la belleza arquitectónica, la movilidad, el descanso?
La principal, que sea una zona periférica y que respete el entorno arquitectónico.