Policías asisten a un accidente de tránsito en el que hubo un fallecido, en Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El dato es revelador: la licencia por puntos fue un factor que incidió en la reducción de las muertes por accidentes viales en el país. El número de víctimas bajó 7% entre el 2014 y el 2015.
La cifra la entregó la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) a la Comisión de Justicia de la Asamblea, el 20 de enero pasado, mientras analizaban un paquete de reformas al Código Integral Penal.
En los cambios -propuestos por el legislador Arcadio Bustos (PSP)- se pide eliminar la reducción de puntos a los conductores que excedan la velocidad, manejen sin licencia, se estacionen en zonas de peligro, entre otras contravenciones de tránsito.
En esa reunión, la ANT cuestionó aquello y se opuso a cualquier reforma que implique ser más permisivos con los infractores viales.
Pese a eso, en febrero, días después de la alerta que diera la ANT, el Consejo de Administración Legislativa (de mayoría oficialista) aprobó un segundo proyecto que plantea flexibilizar la baja de puntos y multas más leves para los contraventores.
Ese texto lo presentó Miryam González (Alianza País). En el documento, la legisladora propone, por ejemplo, que quienes excedan la velocidad no sean castigados con 10 puntos menos en su licencia, sino solamente con 7.
Además, que la sanción económica por esa contravención sea del 50% del salario, pues actualmente es el 100% de una remuneración.
El 26 de julio, Gina Godoy, vicepresidenta de la Comisión de Justicia, dijo a este Diario que la Mesa analiza los proyectos de Bustos y de González, previo a entregar al Pleno el informe para primer debate.
El sistema de puntos está vigente desde el 2008, cuando la Asamblea Constituyente aprobó la Ley de Tránsito. Allí estableció que las licencias tendrían 30 puntos.
Sin embargo, la propuesta inicial del Ejecutivo pedía que la base fuera de 100 puntos. Eso no pasó debido a los cuestionamientos de entidades vinculadas con la seguridad vial, como Aneta.
Esa organización aseguró entonces que “no era coherente” ese cupo y propuso que el carné de conducir tenga un límite de 20 puntos.
De hecho, ese es el tope máximo que rige en Italia o en la ciudad de Buenos Aires.
España incluso es más estricta. Allí, ese sistema está vigente desde el 2006. Los conductores novatos reciben solo 8 puntos en los tres primeros años. Luego de ese período, hay un incremento de otros cuatro (12).
No obstante, el techo puede crecer hasta los 15 puntos.
Esto sucede únicamente cuando los choferes no cometen ninguna infracción durante tres años. En este caso, pueden ganar 2 puntos y llegar a los 14. Y solo si transcurren otros tres años más sin infringir las leyes, obtienen otro punto, 15 en total.
Pero en Ecuador, la tendencia es otra. En junio del 2012, por ejemplo, el sector del transporte protestó y paralizó el servicio en Quito. Hubo una razón de peso: más del 50% de choferes perdió los 30 puntos. El gremio presionó para que se abran escuelas para renovar los puntos.
El Reglamento a la Ley de Tránsito permite recuperar el puntaje de la licencia hasta tres veces. La primera vez, la ANT entrega 20 puntos; la segunda, 15; y la tercera, 15. Si el conductor agota todo ese cupo, se le retira el carné de forma permanente.
Lorena Bravo, quien dirigió la ANT hasta inicios del 2016, señaló el 26 de julioque flexibilizar las sanciones a los infractores sería un retroceso.
Y aclaró que en estos años se ha logrado reducir la cifra de accidentes y de fallecidos. “No se trata de bajar las sanciones para que el conductor recapacite, sino que no cometa infracciones por las sanciones duras que hay”.