En abril de este año se inauguró la primera fase del proyecto Coca Codo. Una vista de la casa de máquinas. Foto: Paúl Rivas / Archivo EL COMERCIO
Las empresas chinas tomaron la batuta de los proyectos estratégicos estatales en los últimos siete años. El sector eléctrico se constituyó en uno de sus principales campos de acción con la construcción, por ejemplo, de la central hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair, considerada una de las obras emblemáticas del Gobierno ecuatoriano.
El interés de China en los proyectos estratégicos del país y de la región se da tras una etapa de crecimiento económico e industrial del país asiático en la última década. Esto le llevó a acumular grandes recursos que luego se convirtieron en préstamos atados a las obras públicas. En Ecuador se convirtió en prestamista y contratista para el desarrollo de proyectos estratégicos.
En el sector energético, China participó en ocho proyectos, de los cuales siete son hidroeléctricos y uno eólico (ver infografía). El mayor de ellos el Coca-Codo Sinclair, donde el financiamiento chino asciende a USD 2 245 millones. Las entidades involucradas son el Eximbank China y el China Development Bank.
El crecimiento económico e industrial de China jugó a favor de Ecuador y otros países de la región, pues permitió acceder a crédito internacional para consolidar proyectos.
Paulina Garzón, directora de Isscal y cofundadora del Centro de Derechos Económicos y Sociales en Ecuador, explicó que los bancos del gigante asiático financian las obras, pero no solo eso, sus compañías son las que se dedican a construir los proyectos.
Los préstamos chinos sumaron los USD 13 700 millones entre el 2009 y el 2016, aclara Garzón al señalar que esa política explica el salto de la deuda ecuatoriana con China.
La participación de las firmas chinas en proyectos hidroeléctricos no estuvo exenta de inconvenientes. El año pasado, China International Water & Electric (CWE), constructora del proyecto Toachi-Pilatón, incumplió su contrato en cuanto a plazos, procedimientos técnicos y normas, por lo que recibió una multa de USD 3,25 millones.
Infografía de las empresas chinas en los proyectos estratégicos de Ecuador. Fuente: Ministerio de Energía / Secretaría de Hidrocarburos 2015 / Andes Pretoleum
La Corporación Eléctrica del Ecuador dijo que esos incumplimientos ya se subsanaron.
No ocurrió lo mismo con la firma China National Electric Engineering Company (Cneec), que registró incumplimientos de normas técnicas, de calidad e ingeniería en el proyecto hidroeléctrico Quijos, lo que derivó en la terminación del contrato a fines del año pasado. Un año antes, un grupo de trabajadores de la empresa Sinohydro, encargada de la construcción del proyecto Coca-Codo Sinclair, denunció maltratos y falta de seguridades para su trabajo, lo que obligó la intervención de los ministerios de Trabajo y de Sectores Estratégicos.
Además del sector eléctrico, las empresas chinas también han incursionado en la minería, haciéndose de varias concesiones otorgadas por el Estado. Las empresas Ecuacorriente y Explorcobres realizaron inversiones en el proyecto Mirador, con reservas por 2,96 millones de toneladas de cobre. Y también en San Carlos-Panantza, con 6,6 millones de toneladas del mismo mineral.
En el sector petrolero también han ganado protagonismo las empresas chinas Sinopec, Petrooriental y Andes Petroleum, que operan en los bloques 14, 17, 62, 14 y 17.
El año pasado, Sinopec se convirtió en contratista para prestar servicios en el campo Tiputini, una vez que el Gobierno decidió explotar el petróleo en el bloque ITT.
Para Garzón, más del 95% de la inversión extranjera directa china en el país va a los sectores minero y petrolero, aunque también hay capitales en el sector de servicios.
China, dice, recibió cinco concesiones petroleras, incluyendo los campos cercanos al Parque Nacional Yasuní.
Otra empresa que gana espacio en el país es China Road and Bridge Corporation (CRBC), que canalizó USD 106 millones en varios proyectos: participó en la construcción de nueve obras de infraestructura vial y compró el Hotel Quito por USD 30,8 millones.
También, destaca la firma China National Electronics Import & Export Corporation (Ceiec), que implementó el sistema de respuesta a las emergencias en el ECU 911.
Carlos De la Torre, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Católica, cree que el ingreso de China al país es ventajosa por al altísimo desarrollo tecnológico y la transferencia de conocimientos.