Rafael Grossi reemplaza al japonés Yukiya Amano, fallecido en julio pasado a los 72 años, y quien dirigía la OIEA desde 2009. Foto: @rafaelmgrossi
El argentino Rafael Grossi fue elegido este martes 29 de octubre del 2019 director general de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) , primer latinoamericano a la cabeza de esta institución cuyo principal desafío actual es controlar las actividades nucleares de Irán.
Según dos embajadores acreditados ante la ONU en Viena, Grossi fue elegido por el Consejo de Gobernadores, y deberá ser formalmente confirmado por la Asamblea General de los 171 Estados miembro del organismo, cuya próxima reunión aún no tiene fecha.
“El Consejo de Gobernadores de la OIEA seleccionó al candidato argentino R. Grossi para el puesto de director general”, escribió el embajador ruso Mijail Ulyanov, en su cuenta de Twitter.
“Con Rafael Grossi que obtuvo una mayoría calificada del consejo de gobernadores, la OIEA dio un paso decisivo en la elección de su director general”, escribió también en Twitter el embajador francés Xavier Sticker.
Según otra fuente diplomática, Grossi, de 58 años, obtuvo 24 votos, mientras que el rumano Cornel Feruta, quien estaba de director interino de la OIEA, logró 10.
Experto en temas de seguridad, desarme y no proliferación nuclear, Grossi reemplaza al japonés Yukiya Amano, fallecido en julio pasado a los 72 años, y quien dirigía ese organismo de la ONU desde 2009.
Entre 2010 y 2013, Grossi fue director general adjunto de la OIEA, pero el entonces gobierno de Cristina Fernández lo nombró embajador en Austria.
Nacido en Buenos Aires en 1961, Grossi es licenciado en Ciencias Políticas, especializado en historia y relaciones internacionales, y tiene formación sobre tecnologías, ciencia y aplicaciones nucleares.
Firme pero justo
La OIEA juega un papel central en la lucha contra la proliferación nuclear, al comprobar que los países miembros del Tratado de no proliferación respeten sus compromisos en esta materia.
Grossi asume la dirección general en momentos en que la OIEA, con sede en Viena y calificada como el “gendarme de la energía nuclear”, asume una responsabilidad cada vez más estratégica frente al Irán.
Grossi, primer representante de América del Sur que encabezó el OIEA, afirmó en una entrevista en septiembre que quería ser “muy firme, pero muy justo” con Irán, y que el organismo es “un instrumento a proteger” que no debe se debe “ politizar”.
Las tensiones entre Irán y Estados Unidos aumentaron desde que, en mayo de 2018, el presidente estadounidense Donald Trump sacara a su país del acuerdo, de forma unilateral, y luego restableciera sanciones económicas contra Teherán.
Desde mayo pasado, Irán ha venido retirándose de compromisos establecidos en el acuerdo nuclear firmado en Viena en 2015 con Francia, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Rusia y China.
El 1 de julio, Irán anunció que aumentó el almacenamiento de uranio enriquecido por encima del máximo de 300 kilos fijado por el acuerdo. Una semana después anunció que había excedido el límite de 3,67% de pureza en sus reservas de uranio.
El pasado 7 de septiembre, Irán activó unas centrifugadoras avanzadas para aumentar sus reservas de uranio enriquecido.
No obstante, el gobierno de Hasan Rohani asegura que las inspecciones realizadas por la OIEA demuestran que su país no persigue desarrollar armas atómicas.