Vecinos de la Ferroviaria Baja, en el sur de Quito, cerraron la calle Gualberto Pérez y Francisco Cobo este 3 de diciembre del 2018, por los problemas que tienen con el alcantarillado. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Las calles Gualberto Pérez y Francisco Cobo fueron cerradas este lunes 3 de diciembre del 2018 por los vecinos del barrio Ciudad de Quito, localizado en el sector de la Ferroviaria Baja, en el sur.
Ellos protestan por los problemas de alcantarillado que hay en esa zona. Patricio Guerrón, representante de los vecinos, manifestó que las autoridades municipales construyeron un colector para aguas lluvias y servidas que bajan desde los sectores de La Forestal y la Ferroviaria Alta, ubicados en la montaña.
El problema radica -añadió el dirigente- en que la tubería que baja desde la montaña es más grande que la ubicada en el barrio Ciudad de Quito y se produce un embudo. Entonces, cuando hay lluvias fuertes como las del actual invierno, ese sector colapsa y se producen inundaciones que afectan a las casas.
Los vecinos estaban asustados porque en las precipitaciones registradas hace dos semanas hubo problemas. El agua desfogó con fuerza en una tapa de alcantarilla y esta alcanzó una altura de un metro y medio aproximadamente. En la calle se formó un río que bajó hacia Chiriyacu.
Las aguas servidas de las alcantarillas ingresaron a las viviendas. “Se regresa a los sifones de las casas, brotan desde los inodoros”, contó Guerrón.
También se quejaron que existe otra tubería ubicada debajo de las viviendas y está colapsada, lo que produce que se filtren en los domicilios.
Las calles fueron cerradas -explicaron los vecinos- hasta que el Municipio atienda sus pedidos. Temen que las vías se hundan.
Mery Vaca vive en la zona desde hace 40 años. Cuenta que los tablones de su propiedad se levantaron y las aguas servidas ingresaron a las habitaciones. “Por favor necesitamos que arreglen esto de urgencia”.
El piso flotante que Freddy Cajas instaló en el primer piso de su casa se destruyó. En la propiedad de Ángel Garófalo se abrió un oramen de aproximadamente 20 metros.
“Se me reventó en la mitad del departamento”, contó el vecino.