Las intervenciones para dar forma a la estación La Ofelia de Quito Cables están en ejecución. En este espacio cercado
-que se encuentra entre la terminal del Corredor Central Norte y la terminal de buses interparroquiales- se ha retirado parte de la cubierta, de la capa asfáltica y ciertas jardineras, para construir ahí una de las cuatro estaciones de la primera línea Roldós-La Ofelia.
En esta área, de 2 500 m², el jueves 2 de marzo del 2017 se observó a personal del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CEE) y de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) laborando en este proyecto. Además, en un campamento de la obra había operarios conduciendo maquinaria pesada: una retroexcavadora y varias volquetas.
Actualmente, la ejecución de la línea norte de Quito Cables está a cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, informó la Empresa Pública de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), entidad a cargo de la administración de este proyecto. En cambio, la fiscalización la realiza la Escuela Politécnica Nacional.
Está previsto que la construcción de la línea norte se lleve a cabo en un plazo de 16 meses (480 días), de acuerdo con el contrato firmado en octubre del 2016, en el marco de la Conferencia Hábitat III.
Para esta obra se invertirán USD 43,5 millones con el propósito de mejorar la movilidad en el noroccidente de Quito.
A la par de estas labores preliminares, siguen su curso los procedimientos para realizar la expropiación de 35 predios por donde pasará esta línea. En el Municipio de Quito se realizan otros trámites administrativos pendientes.
El miércoles pasado, la Comisión de Uso de Suelo autorizó a la Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda actualizar el uso de suelo de los predios que serán afectados por la construcción de tres estaciones de la línea norte de los Quito Cables: Mariscal Sucre, Colinas del Norte y la Roldós. En La Ofelia esta gestión no es necesaria porque la intervención se hace en espacio público.
El cambio de uso de suelo en los predios próximos adonde se edificarán las estaciones permitirá que dichos lotes pasen de tener un uso residencial a uno nuevo, denominado de equipamiento, precisó Sergio Garnica, concejal y presidente de la Comisión de Uso de Suelo. En este caso, el procedimiento no pasó por el Concejo Metropolitano, porque la Ordenanza 060, que regula la construcción de medios de transporte por cable, establece este tipo de delegaciones, agregó el edil. “Esto no implica una aprobación del proyecto”.
Pese a esta explicación, a Jorge Albán, concejal de Alianza País e integrante de la Comisión de Uso de Suelo, le llamó la atención esta solicitud, debido a que el cambio de uso de suelo “no es cualquier cosa”. Preciso que este tipo de modificaciones es competencia del Concejo, por eso se pronunció en contra de este pedido junto con su colega Patricio Ubidia (AP). Mientras que Garnica, Eduardo del Pozo (Creo) y Marco Ponce (SUMA) votaron a favor, puesto que se contaba con los informes legales y técnicos favorables.
Además, esta Comisión realizó un pedido a la Epmmop y a la Secretaría de Territorio para obtener información sobre el estado de la línea norte de los Quito Cables y sobre los procesos pendientes que se requieren para ejecutar esta obra, impulsada por la actual administración municipal.
Esta inquietud se presentó porque Jacobo Herdoíza, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda, expresó que esta Comisión deberá analizar próximamente temas referentes a las afectaciones en el espacio aéreo que tendrán los predios ubicados en el ancho del trazado de la línea norte de los Quito Cables. “Es un segundo capítulo de afectaciones (…) el transporte por cable genera una banda de afectación de 10 metros a cada lado”.
Estos trámites pendientes son un complemento legal, enfatizó Darío Tapia, secretario de Movilidad. Mediante este tipo de trámites se apunta a organizar la ciudad, no impiden la construcción de la obra.