Unas 25 personas realizaron este jueves 12 de febrero del 2015 una protesta afuera del Café Rojo: Foto. Sara Ortiz/ EL COMERCIO.
Unas 25 personas, entre trabajadoras sexuales y empleados del Café Rojo, realizaron este jueves 12 de febrero del 2015 una protesta afuera del local, ubicado en el sector de Chaupicruz, en el norte de Quito.
Las mujeres reclaman que les permitan trabajar en condiciones de seguridad. Ellas dijeron que ejercer la prostitución en la calle, situación a la que se ven impulsadas, acarrea peligro para su integridad.
Esto, luego de que Intendencia de la Policía clausurara el establecimiento de forma definitiva el jueves de la semana pasada. Según la autoridad, el local no contaba con todos los permisos para su funcionamiento.
“Yo soy madre soltera y tengo una madre enferma. Necesito trabajar para sacar adelante a mi familia”, explicó una mujer, que prefirió que su nombre no sea publicado.
En la protesta, las jóvenes cubrieron sus rostros con antifaces, gafas y gorros para dar entrevistas.
Durante la semana de clausura han dejado de percibir USD 300 cada una; en el mes logran ganar USD 900 para gastos de sus hogares, contaron.
“Nosotras tenemos todos los papeles, los carnés de salud que cada mes nos dan luego de un chequeo. Y aun así no nos permiten ejercer este trabajo”, indicó otra mujer.
Gonzalo Lara, dirigente de los locales clausurados en Quito, indicó que desde marzo pasado han sido sancionados 130 establecimientos de diversión nocturna y que suman 20 000 jabas de cerveza incautadas entre otros licores y mobiliario.
“Todo este problema -explicó- es porque el Intendente dice que no tenemos permisos de ocupación de suelo para esta actividad comercial, pero justo estamos desde noviembre pasado en medio del trámite de regularizarnos“.
Según la Intendencia de Policía, en los burdeles cerrados se ha encontrado una serie de anomalías, como mujeres extranjeras trabajando con visas de turismo o sin documentos. En otros sitios se hallaron sustancias ilícitas, armas… También, locales sin puertas de emergencia ni permisos de los Bomberos.