En las estaciones de transferencia Terminal Quitumbe, El Capulí y playón de La Marín, el movimiento de personas fue intenso ayer en la mañana. A las 06:40, por los andenes de Quitumbe (sur) se formaban filas de hasta 10 personas para ingresar por las tres puertas de los articulados.
Había prisa en la gente por llegar a tiempo hasta sus lugares de trabajo. También en los padres de familia y jóvenes uniformados, por desplazarse a los colegios en el primer día de clases, que ayer fue para el bachillerato.
Los conductores de los articulados informaban que el circuito C1 llegaba hasta la parada De las Universidades y el C2 hasta la estación de la ecovía, en la Río Coca (norte), como parte de un nuevo servicio habilitado desde ayer.
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Así empezó a operar el circuito C2, que evita el trasbordo en el playón de La Marín. Alberto Rivas, funcionario público, contó que la presencia de los policías metropolitanos y del personal municipal sirvió para mantener el orden y la seguridad en paradas y estaciones de transferencia.
Hubo coordinación para que los pasajeros se embarcaran en orden, especialmente en la estación El Capulí. Los funcionarios advertían a los usuarios qué unidades llegaban hasta la Río Coca.
Sin embargo, hubo gente que en su desesperación por movilizarse corría y se embarcaba en los articulados, sin fijarse el número del circuito. Allí se informó que el despacho de los buses fue cada tres minutos.
Partían dos articulados del C1 (parada de las Universidades, en la 12 de Octubre) y uno a la estación Río Coca (C2), norte.
También fue alta la afluencia de estudiantes en los tres expresos estudiantiles que también empezaron a funcionar desde ayer. Incluso, se colocó señalización en el andén de embarque para las unidades que partieron a las 06:00, 06:15 y 06:30. Aunque después de las 07:00 todavía había estudiantes por los andenes.
Para garantizar la seguridad de los usuarios hubo resguardo militar. El uniformado José Caiza informó que ellos llegaron a El Capulí a las 06:10 y reportó que hasta las 07:40 no había novedades.
A momentos, la llegada de los buses alimentadores desde La Joya y La Cocha (sur de la ciudad) generó más aglomeración en las filas. No hubo mayores problemas, pues el despacho de las unidades fue continuo.
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Uno de los puntos conflictivos en la circulación de los articulados fue a la altura de la parada Estadio de Chimbacalle (av. Napo).
Allí había un nudo de circulación que dificultaba, por minutos, el paso de los buses. En el resto de la vía, por el carril exclusivo, no hubo mayores inconvenientes. En la parada del playón de La Marín sí hubo filas de personas que aún hacían trasbordo desde el Sur Oriental a la ecovía.
Ramiro Narváez, gerente, coordinaba el despacho de las unidades de la ecovía. El funcionario explicó que no había novedades en la operación de los circuitos. También reconoció que todavía había usuarios que desconocían la ruta directa desde Quitumbe hacia el norte y viceversa.
Magdalena Jerez, empleada doméstica, manifestó que la nueva ruta del circuito C2, que integra a la ecovía y al Corredor Sur Oriental disminuyó su tiempo de viaje al no realizar el trasbordo en La Marín. En ambos sentidos, fue de 80 minutos.
En las calles del Centro hubo fluidez en el tránsito
A las 06:45 de ayer, el tránsito en la av. Maldonado, en La Recoleta, fue fluido. Se colocó un cono anaranjado para restringir el paso de los vehículos por la vía del trole. Una cuadra más al norte, dos policías de Tránsito cerraron el paso al Centro Histórico. Los carros fueron desviados por la calle Antonio Borrero, para tomar la calle Loja y luego la Venezuela.
A las 07:12, Julián Rivera caminaba junto a su hija Carolina por el centro. Ellos prefirieron madrugar un poco más y llegar caminando al colegio La Providencia, ubicado en la calle Benalcázar y García Moreno. Ahí, Lizbeth Morales y Jenifer Moreta ayudaban al tránsito en ese sector con letreros de Siga y Pare, como parte de las 10 brigadas de Seguridad.
A dos cuadras de allí, en el colegio Simón Bolívar, chicas de primero a tercero de bachillerato llegaban acompañadas de sus padres hasta el establecimiento que aún permanece en las calles Olmedo y Benalcázar.
Habitualmente, la entrada a clases es a las 07:00. Sin embargo, ayer, por ser día de inauguración, la entrada fue a las 07:30. No hubo transporte escolar. Carmen Oscullo, alumna de tercer año de bachillerato, llegó junto a su madre desde La Gatazo, en el sur.
A pesar de contar con vehículo privado prefirieron trasladarse en un bus convencional. “Preferimos evitar la congestión”. Hasta las 09:00, el tránsito fue fluido por las calles del Centro.
El plan para hoy
Según el plan del Municipio, hoy ingresan a clases los niños y niñas de primero a séptimo de básica. Se pidió a los padres de familia coordinar el traslado con conductores del transporte estudiantil desde mañana.
Mañana está previsto el ingreso a clases de los más pequeños. Es decir, de los infantes que van de educación inicial y están entre 0 y 5 años.
Los operativos de tránsito se mantendrá en tres horarios: de 06:00 a 09:00; de 12:00 a 14:00 y en la noche, de 17:00 a 19:30.
Las obras municipales seguirán suspendidas para evitar trancones en la ciudad. En algunos sectores se ejecutarán los trabajos por las noches.