El parque La Carolina cuenta con canchas sintéticas de fútbol y nuevas reglas de uso. Foto: Erika Guarachi/ EL COMERCIO
Las nuevas canchas sintéticas de fútbol lucen copadas por grupos de familias y amigos, la mañana de este sábado 2 de julio.
Este es el primer fin de semana que se habilitan esos espacios tras la culminación de los trabajos en este sector del parque La Carolina. Fueron 10 meses de intervenciones.
Wilson Cefla, de 36 años, llegó temprano de San Carlos, en el norte de la ciudad, para jugar en una de las 15 canchas sintéticas de fútbol.
Cada domingo se da cita en este parque para jugar fútbol con sus amigos, antes lo hacía en las áreas de césped. Para Cefla jugar en estas canchas le resulta mejor porque es más sencillo, no hay piedras ni irregularidades que lo hagan tropezar o caerse. Pidió a las personas cuiden este nuevo espacio porque ahora luce distinto el parque.
Junto a las canchas hay rótulos que indican medidas de seguridad e indicaciones para jugar. Entre ellas está el tiempo límite de uso, una hora. En los alrededores de las áreas deportivas hay personal con chalecos de la Epmmop que ven que esto se cumpla.
Entre canchas rehabilitadas y las totalmente nuevas suman 48 los espacios de los que ahora pueden disfrutar los quiteños. Están ubicadas en el ala norte del parque. Son 15 canchas sintéticas de fútbol, 9 de básquetbol, 7 de tenis, 15 de ecuavóley y dos de pelota nacional.
Nelson Andrade, de 53 años, miraba atento un partido de fútbol que se desarrollaba en una de esas canchas. Él contó que usaba el parque La Carolina para jugar fútbol en su juventud y que ahora ve positivo que se haya rehabilitado y colocado canchas sintéticas en el parque. Sin embargo, cree que los arcos de las canchas son muy delgados para el uso que tienen.
Luis Albacura, de 30 años llegó de Calderón, se alistaba para jugar un partido. Aunque no visita frecuentemente este parque considera que “el cambio para bien” es evidente.
Verónica Cevallos, de 26 años, llegó con su familia desde el barrio Quitus Colonial, frente a la Ecuatoriana, en el sur de la ciudad. Primero visitó la laguna con su familia y luego se concentraron en una cancha de fútbol para jugar un partido con algunos compañeros de trabajo.
Para Cevallos, la laguna ha tenido un cambio evidente de cómo lucía, ahora le gusta. Las canchas también tienen un aspecto diferente y mejor organización porque contó que antes de iniciar el cotejo se acercó una persona para retirar a las personas que las estaban ocupando antes de ellos.
Otros espacios que también llamaron la atención de los visitantes son los chorros de agua. Trabajadores de la Epmmop se encontraban aún afinando detalles de esta infraestructura mientras las personas se animaban a pasar por el túnel que se formaba. Fueron unos niños los que con un paraguas lo hicieron. Entre risas disfrutaron de este espacio.
Un arco de agua es otra de las atracciones en el parque La Carolina, en el norte de Quito. Foto: Erika Guarachi/ EL COMERCIO
A los juegos infantiles en el bulevar de La Quebrada, en la mañana, le bordeaba una cinta amarilla para impedía su uso.