Una unidad irrespetó la ruta establecida por las tardes, en la avenida 12 de Octubre, en Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
La insatisfacción del pasajero que se cansó de malos tratos, el pedido del incremento del costo del pasaje por parte de los transportistas y la dilatación de la sesión para debatir la política tarifaria de transporte, giran en torno a una pieza clave: la calidad del servicio.
El lunes (6 de noviembre) terminó el plazo que el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, dio a las operadoras de transporte para que mejoren la calidad del servicio en los aspectos que pueden ser resueltos de manera inmediata, como evitar correteos, respetar las paradas, mantener limpias las unidades, entre otros.
Esta semana, la Agencia Metropolitana de Tránsito procesará la información de los operativos de control y presentará un balance final. Entonces, dijo el Alcalde, se tomará una decisión sobre el texto que se someterá a aprobación en el Concejo, pero aseguró que el alza dependerá de la mejora y que esta administración está comprometida a resolver ese problema de fondo.
Este Diario realizó un sondeo y contactó a 20 de los 21 concejales de Quito (Karen Sánchez no contestó), y a cada uno le realizó una pregunta hipotética: Si se desarrollara hoy la sesión de Concejo para tratar el tema de las tarifas, ¿votaría a favor o en contra?
De los consultados, 11 concejales aseguraron que tal como están las cosas, votarían en contra, porque hasta el momento no ha habido mejoras sustanciales en el servicio. Cuatro votarían a favor, siempre y cuando se cumplan todos los requisitos de la ordenanza, y cinco dijeron que el voto dependería de los resultados del estudio que deberá conocerse antes de la sesión del Concejo.
Sobre qué pasaría si en la votación real no hubiesen votos necesarios, Rodas dijo no querer adelantar criterios hasta analizar la información recabada. Pero más allá de la aprobación de la ordenanza, los ediles, coincidieron en la necesidad de mejorar la calidad.
Para Carlos Páez, la mejora del servicio implica cambios de fondo. Es necesaria una modificación del modelo de organización de las operadoras que permita un manejo colectivo del recurso humano (cumplimiento de obligaciones, capacitación, turnos…) y la flota.
Insiste en la urgencia de tener un sistema único de recaudo. Con él coinciden Daniela Chacón, Eduardo del Pozo, Susana Castañeda, Patricio Ubidia y Anabel Hermosa. Se debe modernizar el modelo de gestión del sistema de transporte público para erradicar la competencia por pasajeros. Además, reorganizar las rutas y frecuencias para permitir el acceso del servicio al transporte público a barrios desatendidos y así evitar la informalidad.
Con ellos concuerda Eddy Sánchez y añade la necesidad de contar con una respuesta tecnológica que evite evasiones y competencia desleal, así como incumplimiento de rutas, frecuencias y paradas. “La autoridad no solo debe controlar sino crear procesos preventivos y correctivos”.
Para ello es fundamental tener una normativa que permita al Municipio poder ejercer la fuerza necesaria para el cumplimiento de las normas.
Jorge Albán sostiene que el punto de partida debe ser que las actuales asociaciones o cooperativas de transporte se constituyan como empresas eficientes, de modo que les permita funcionar con responsabilidad integral, e implementar una caja común. Se debe retomar la revisión vehicular dos veces al año, insiste.
Para Carla Cevallos, si los choferes siguen trabajando más de 12 horas, llegan a casa a limpiar ellos mismos los buses, si no tienen sueldo ni seguro, el servicio no va a mejorar. Con ella coincide Mario Guayasamín y proponen que se brinde seguridad social para choferes y cobradores, y una jornada laboral de máximo ocho horas por día. Además, una reingeniería de rutas y frecuencias y nuevos contratos de operación para garantizar la cobertura del servicio 24 /7.
Mario Granda, Luis Reina, Renata Salvador dicen que aún se debe trabajar en el respeto a las paradas, evitar las carreras, no circular con puertas abiertas, brindar atención cordial y respetar a los grupos vulnerables. Frente a eso, los concejales Ivonne Von Lippke, Pedro Freire y Soledad Benítez insisten en que se deben implementar capacitaciones en servicio al cliente y educación vial, para garantizar un trato adecuado. Caso contrario, se trabajaría en soluciones parche.
Luisa Maldonado incluye, además, una visión ecológica del tema y plantea la importancia de fomentar el transporte alternativo. Renata Moreno habla de la necesidad de atender a las zonas rurales, mientras que Marco Ponce propone la homologación de los salarios de los choferes.
Según Sergio Garnica el alza, por sí sola, no garantiza una mejora y plantea que se debe generar una fiscalización continua y permanente por parte de la autoridad.