Ayer, en la autopista Simón Bolívar (nueva av. Oriental), pocos metros al norte del puente sobre el Machángara, a la altura del cruce con la vía Guápulo-Cumbayá, se produjo un fatal accidente de tránsito.
Héctor Huandinango, que conducía un furgón blanco, de placas PBO 1534, falleció al caer el automotor a un barranco de unos 300 metros de profundidad.
El suceso se produjo a las 14:30 y según el policía Marlon Celi, el exceso de velocidad pudo ser una causa. El conductor estaba acompañado por Ángel Z., de 17 años, quien se salvó, según testigos, porque no utilizaba el cinturón de seguridad. Eso le facilitó salir del furgón en el momento de volcarse. El chofer, en cambio, quedó atrapado con el dispositivo.
Miembros del Cuerpo de Bomberos y de la Policía lograron socorrer al adolescente y lo trasladaron al Hospital de los Valles, en Cumbayá. El cuerpo del fallecido fue llevado a la morgue.
El vehículo circulaba sin carga y según las primeras investigaciones de la Policía, se dedicaba a la entrega de medicamentos. Por las condiciones geográficas de la zona el automotor permanecía en el fondo de la quebrada.
Según Carlos Cevallos, testigo del hecho, el camión venía a exceso de velocidad. “Después de pasar el puente intentó rebasar a un auto, por la derecha, pero perdió el control y cayó al barranco”.
A juicio de Víctor N. (pidió la reserva), amigo de la víctima y que llegó al lugar tras enterarse del caso: “El camión pesa unas 2, 5 toneladas y en la cuesta debió subir a unos 60 km/h. Quizás quiso rebasar por la derecha, pero en el intento se impactó con un vehículo y por eso cayó al barranco”.
Entre los curiosos que se estacionaron a los dos lados de la autopista para ver lo sucedido, Carlos Oña se mostró sorprendido: “La cuneta tiene casi dos metros de ancho y del filo de la autopista al barranco hay entre tres y cuatro metros de distancia. A qué velocidad vendría para que caiga al barranco”, comentó.