En la foto, el parque Bicentenario y parte de la anterior terminal del aeropuerto Marical Sucre. Foto: Paul Rivas / EL COMERCIO
La propuesta es ambiciosa. Transformar 11,4 hectáreas que en el momento lucen abandonadas y volverlas un polo de desarrollo. A finales de este mes se comenzará a desarrollar el Proyecto Urbanístico Arquitectónico Especial Centro de Convenciones Metropolitano de Quito. Es un complejo que contará con dos torres de hoteles, un centro de negocios, un centro comercial, espacios para espectáculos y un centro de convenciones.
La mayor parte de la infraestructura, donde hasta hace dos años funcionó el Aeropuerto Mariscal Sucre, desaparecerá. Se demolerán las paredes, puertas y ventanas que hoy, en su mayoría, acumulan polvo y telarañas, para dar paso a un proyecto que busca cambiar el rostro de Chaupicruz.
Pero no todo desaparecerá. Se planea recuperar la fachada original del antiguo aeropuerto de la ciudad, la zona donde funcionaba la terminal original y la torre de control.
Hace 10 días, en una reunión extraordinaria del Concejo Metropolitano de Quito, se conoció en primer debate este plan urbanístico.
Mañana se reunirá la Comisión de Uso de Suelo, para procesar las observaciones que los concejales dieron a conocer respecto de la sesión pasada.
Según el concejal independiente, Sergio Garnica, presidente de la comisión, la siguiente semana la Ordenanza se aprobaría en segundo debate y se podrían iniciar de inmediato los trabajos en la zona de la vieja terminal aérea.
Se espera que al menos el Centro de Convenciones esté habilitado para octubre del 2016, cuando se llevará a cabo el Tercer Encuentro Mundial Hábitat, organizado por las Naciones Unidas. Garnica explica que las observaciones que el proyecto recibió son de forma y no de fondo, por ejemplo, verificar que el proyecto no se contraponga con la Ordenanza 356, que es la que da origen a la utilización y gestión de suelos de los alrededores del parque Bicentenario.
Para Jacobo Herdoíza, secretario de Hábitat del Distrito, el proyecto será un detonador de la zona urbanística y se espera que genere una reacción positiva en el sector inmobiliario.
Con el bulevar Amazonas, la estación del Metro, y la inversión del Centro de Convenciones –recursos públicos– se espera que los promotores inmobiliarios den un paso decisivo para las inversiones privadas. No se tocará el espacio destinado al parque, todo el Bicentenario tiene 126 ha.
Esta zona es, desde la salida del aeropuerto, una de las áreas más favorables para edificar en altura. A lo largo del bulevar se pueden levantar hasta 30 pisos, en el predio del Centro de Convenciones se prevén dos hoteles y una torre de negocios de hasta 20 pisos de alto. De acuerdo con Jacobo Herdoíza, en diciembre empezaría la construcción, que tomará -con cronograma acelerado- 10 meses.
Se espera que en la asamblea de Hábitat, unas 30 000 personas visiten la capital. La idea es que, durante ese evento, se realice el foro de alcaldes en el centro de convenciones.
La expectativa en la zona es evidente. Israel Acosta, morador desde hace 17 años, admite que con la salida del aeropuerto, la dinámica comercial del sector decayó. Hay negocios cerrados, puertas grafiteadas, locales de alquiler… Espera que el proyecto reviva la economía, atraiga más turistas y motive los emprendimientos.
Para Luz Elena Coloma, de Quito Turismo, ese es precisamente uno de los ejes más interesantes del plan.
Buscar el incremento del turismo de negocios. Hasta el momento hay 15 eventos de este tipo que se llevarán a cabo en la capital el año entrante y que traerán unos 19 000 visitantes.
Según Coloma, se espera que para el año 2019, por ejemplo, esa cifra se duplique, y poder entrar en lo que ella llama el ‘top 10’ de la región.
Cristina Burgos, directora de Agencia de Atracción de Inversiones de la entidad, dice que en el mundo se desarrollan alrededor de 5 000 eventos de ese tipo al año; menos del 1,98% se desarrollan en Latinoamérica.
Para Burgos, uno de los objetivos del proyecto está relacionado con el incremento del número de visitantes de negocios que llegan a la capital, y generar una infraestructura que le permita a la capital competir a escala mundial en este tema de turismo de reuniones.
¿Por qué incrementar este tipo de turismo? La razón salta a la luz al revelar que el turista de negocios gasta hasta cuatro veces más que el turista de ocio.
En ese sentido, el centro de convenciones no se convierte en un fin sino en una herramienta para conseguir dicho incremento. Hay tres estrategias para promover el turismo de reuniones. Para Alejandro Vivas, urbanista, la clave del proyecto será cumplir el cronograma y trabajar junto con la comunidad para que la gente se sintonice con la nueva dinámica que se generará allí , y que haya un mutuo beneficio.