30 bomberos realizaron la prueba. Solo hay cupo para 15 en la Unidad Aérea. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El entrenamiento de un grupo de bomberos, que se situaron en ambos lados del puente de la avenida González Suárez, norte de Quito, llamó la atención de conductores y transeúntes al mediodía de este jueves 2 de marzo del 2017.
Quienes pasaban por el lugar miraban atentos las acciones de los casacas rojas, imaginando que se trataba de una búsqueda o de un operativo de rescate. La curiosidad aumentaba cuando veían que de repente, sostenidos por una cuerda, uno por uno, los bomberos saltaban al vacío desde el puente.
Henry Silva, jefe de la Unidad de Rescate del Cuerpo de Bomberos Quito (CBQ), explicó que esta actividad forma parte de la evaluación que se realiza al personal para determinar quienes podrán sumarse a la Unidad Aérea en el futuro.
En este caso, lo más importante es la actitud y la seguridad, dice Silva. Por eso, se observa cómo se comportan al momento en el que están en el filo del puente, cuando están en el aire y mientras están anclados.
La subteniente Daisy Sangacha, por ejemplo, se colocó en la fila detrás de sus compañeros a la espera del gran momento. Cuando llegó su turno, los demás la observaban y le daban ánimos para que salte. Sangacha se santiguó, se colocó en el borde del puente y saltó al escuchar la orden. Cuando estaba en el aire se la escuchaba gritar “bomberos”.
Según Silva, en esta ocasión alrededor de 30 uniformados realizaron la prueba y se espera que solo 15 ingresen a la Unidad Aérea.
Quienes formen parte de esta unidad tendrán que realizar rescates, se encargarán de lo relacionado con medicina aérea, saltarán desde helicópteros y también son necesarios para el control de incendios forestales. Además de esta evaluación, se deberán someter a pruebas físicas, académicas y psicológicas.