El problema de la recolección de basura en el centro y en el sur de la capital empujó al Concejo Metropolitano a analizar otros modelos de limpieza en las calles.
María Sol Corral, concejala integrante de la Comisión de Ambiente, propuso cuatro alternativas pare mejorar la recolección de los residuos sólidos.
Una de esas propuestas, la principal, es trabajar con el apoyo mancomunado del Municipio de Rumiñahui.
El propósito es adaptar el sistema de ecotachos que se utiliza en ese cantón. “Es urgente emplear ese modelo en algunas parroquias y en el sur del Distrito Metropolitano”, dijo Corral.
La propuesta, primero, será discutida entre los cinco miembros del Directorio de la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo). Allí se analizarán costos y luego se discutirá en el Pleno del Concejo Metropolitano.
El sistema de recolección, mediante ecotachos, se aplica en el cantón Rumiñahui desde septiembre del 2008.
Jessica Guarderas, directora de Control Ambiental del Municipio, recordó que hace dos años había problemas porque la gente no respetaba los horarios en los cuales pasaban los carros recolectores y la basura se acumulaba en las calles y esquinas.
“El equipo pesado estaba obsoleto. La nómina de obreros que trabajaba en la limpieza era numerosa. Había que pagar horas extras, porque en el cantón hay feria desde el jueves hasta el domingo”, contó Guarderas.
El Cabildo apostó por un proyecto de economía mixta con una empresa privada para mejorar el sistema de recolección. Se firmó un acuerdo con la Empresa de Desechos Sólidos (Emdes). Fue para 10 años.
Luego de 22 meses, el modelo de recolección se está consolidando en la zona urbana. Manuel Arévalo, propietario de una tienda de comestibles, ubicado en la calle General Enríquez, aseguró que el tacho da facilidades para dejar las fundas de basura a cualquier hora.
Arévalo, de 34 años, reconoció que él era uno de los más críticos con la ubicación de los recipientes. “Dañan la imagen de las calles. Interrumpen el paso de la gente por las veredas. Todo es cuestión de costumbre. Ahora, la urbe es más limpia”, aseguró.
En Rumiñahui hay 560 recipientes de color verde en el área urbana. El servicio llega a 75 000 habitantes. Cada tacho tiene capacidad de recolectar 2,4 m³. En total se recogen 110 toneladas de basura cada día.
Cuando se firmó el contrato, la propuesta era implementar el sistema en tres años. En el momento, está cubierto un 80% de la recolección en el cantón.
Hay seis camiones con tecnología computarizada. Durante las noches y madrugadas retiran la basura de los tachos. Son adaptados para levantar, a través de palas mecánicas, el recipiente y vaciar la basura.
María Lema, vendedora de comidas en el mercado central, está contenta con este servicio. Ella asegura que en las cuatro esquinas del mercado, los tachos facilitan la limpieza. “Lo importante es que están ahí todo el día”.
La ubicación de los recipientes ha generado críticas. El Municipio ubicó tachos sobre las veredas y sobre la calzada. Los transeúntes se quejaron porque interrumpen el paso por la vereda.
Con esta modalidad se calcula que el costo por recoger una tonelada de basura es de USD 57. También se emplea menos gente. En cada carro van dos personas: un chofer y un obrero de barrido. El rubro anual de Rumiñahui, para todo el manejo de basura, es de USD 1 200 000.
Actualmente, el Municipio realiza un estudio para determinar los sitios más adecuados para la ubicación de los ecotachos.
Hay otro estudio para promover el reciclaje. Este es el siguiente paso a la aplicación del sistema de recolección.