El inicio de operaciones con cobro del Metro de Quito puso en evidencia que los usuarios no están familiarizados con el sistema.
Las personas no saben cómo usarlo y no conocen o no respetan las normativas que rigen en las estaciones y trenes. Es decir, no existe cultura Metro.
Alfredo Viteri y Lenin Morales, expertos en movilidad, aseguran que parte del éxito o fracaso de un sistema de transporte radica en la apropiación del usuario.
Una de las ventajas de tener una cultura Metro eficiente es que los pasajeros aprenden a cuidar la infraestructura y hacen las veces de veedores. Es como tener miles de cuidadores que se encargan de respetar las normativas.
“Sienten que el Metro les pertenece y lo cuidan”, asegura Viteri. Cuando eso no ocurre, como en el caso de Quito, sale a la luz la viveza criolla, y los irrespetos hacia el sistema.
Morales recuerda que la primera muestra de esa irreverencia ocurrió apenas llegó a Quito el primer tren. Ambos coinciden en que es urgente trabajar en cultura Metro en escuelas, colegios, oficinas, y espacios públicos.
A continuación, los cinco hechos de mayor relevancia que evidencian que hace falta trabajar en una cultura de respeto hacia el Metro.
Trenes y estaciones grafiteadas
Hace casi cinco años, el 9 de septiembre del 2018, uno de los vagones que conforma el primer tren del Metro de Quito fue grafiteado.
El hecho ocurrió tres días después de que el primer tren arribara a la capital El vehículo, que había llegado tres días antes a la ciudad, fue rayado por un grupo de 20 personas.
Un grupo integrado por 20 personas ingresó a los Talleres y Cocheras del Metro de Quito ubicados en Quitumbe, inmovilizó a un grupo de guardias de seguridad que custodiaba el lugar para pintar uno de los vagones.
Adicionalmente, desde el año pasado, las estaciones que están prácticamente listas también han sido pintadas, la mayoría con grafitis pequeños.
Jóvenes caminaron por el túnel del Metro
El 29 de diciembre del 2022, apenas una semana después de que el Metro abriera sus puertas a la ciudad para que las personas conozcan las estaciones, dos jóvenes burlaron la seguridad de la estación La Magdalena, en el sur.
Los dos hombres se pusieron a libar y a tocarla guitarra en el andén. Cuando quisieron salir se dieron cuenta de que la estación estaba cerrada, por lo que decidieron caminar por las rieles, una zona prohibida.
Por fortuna no ocurrió ninguna emergencia. Las autoridades aprovecharon para pedir a la ciudadanía que respeten las disposiciones.
Aglomeración en las estaciones del Metro
El 2 de mayo del 2023, el primer día en el que el sistema empezó a cobrar el pasaje por el servicio, hubo aglomeración y empujones en la estación Quitumbe, sur de Quito.
Miles de personas intentaron utilizar el sistema, pero debido a la cantidad de usuarios, el sistema de emisión de boletos colapsó y en lugar de tardarse entre 3 y 5 segundos la impresión de cada tiquete (como estaba previsto) se demoró hasta 5 minutos, cada uno.
Las personas, indignadas, reclamaron diligencia en el servicio. Hubo gritos, peleas y finalmente, los usuarios entraron a la fuerza masivamente sin cancelar el valor del pasaje. Los primeros días de servicio, esa situación se repitió.
El 10 de mayo, en la estación Morán Valverde, hubo incidentes violentos cuando una mujer saltó la fila e ingresó a la estación a la fuerza. Además, incitó al resto de usuarios a hacer lo mismo y entrar sin cancelar.
La estación debió ser cerrada. Nuevamente el Metro exhortó a los usuarios a mantener la calma y respetar los procedimientos.
Alguien activó palanca de emergencia
El 4 de mayo del 2023, un pasajero activó una palanca de emergencia en uno de los trenes del Metro de Quito. El tren se detuvo y todos los pasajeros debieron ser evacuados. Hubo suspensión temporal del servicio.
El hecho ocasionó retrasos en los turnos programados en la franja horaria. El tren tuvo que ser remolcado a talleres y cocheras, en el sur de la capital. En su reemplazo se activó un tren de emergencia que solventó la demanda de los usuarios.
Una vez más, la empresa Metro exhortó a la ciudadanía a que en corresponsabilidad con el personal alerte sobre posibles actos de imprudencia o vandalismo, que puedan afectar al bienestar de los usuarios.
Hay desconocimiento y viveza criolla
En los días que el Metro brindó el servicio pagado a la ciudadanía, se pudo observar varios hechos que demuestran que aún hace falta trabajar en cultura Metro.
Por ejemplo, hay personas que no toman en cuenta que necesitan unos minutos para poder adquirir los boletos, y salen con el tiempo justo, por lo que al tener que hacer filas, se molestan.
Otras personas, pierden el pase con el código QR, que es indispensable para poder abordar el tren. También hay quienes se equivocan de sentido del tren. Es decir, quieren ir de norte a sur, pero lo abordan de sur norte.
Hay usuarios que no reconocen los accesos habilitados y algunos que intentan pasar con boletos ya utilizados en días anteriores.
Más noticias:
Visita nuestros portales: