La ratificación en el Senado estadounidense de la encargada de la diplomacia para América Latina y los embajadores para Ecuador y El Salvador quedó en duda ante la oposición del senador republicano Marco Rubio, en protesta por la política de Washington hacia la región.
“En vez de hacer frente a los tiranos y promover la democracia, la política de este gobierno hacia América Latina ha sido definida por la contemporización, la debilidad y la alienación de nuestros aliados”, afirmó Rubio, un senador por Florida de origen cubano, en un comunicado enviado este miércoles a la AFP.
La comisión de Relaciones Exteriores del Senado aprobó ayer en una acalorada sesión la nominación de la subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, y los embajadores para Ecuador, Adam Namm, y El Salvador, Mary Carmen Aponte, y ahora deben ser votados por el pleno.
“Me reservo el derecho de bloquear o votar en contra de cualquier nominado para América Latina hasta que el gobierno tome acciones significativas para cambiar sus políticas”, advirtió Rubio en su mensaje.
Según las normas del Senado, cualquier senador tiene la potestad de bloquear o congelar una nominación colocándole lo que se conoce como un “hold”.
Rubio, estrella emergente del Partido Republicano, demandó específicamente al gobierno de Barack Obama tomar medidas para “restaurar el orden constitucional” en Nicaragua tras las elecciones, criticadas por observadores internacionales, y aplicar sanciones contra Cuba para lograr la liberación del subcontratista estadounidense Alan Gross, preso en La Habana.
Rubio y otros legisladores anticastristas, tanto demócratas como republicanos, han criticado la relajación del gobierno de algunas sanciones contra Cuba, como la liberación de los viajes de cubanoestadounidenses y la ampliación de licencias especiales para viajes de estadounidenses.
Durante una audiencia el 8 de noviembre en el Senado, Jacobson defendió la política de Obama hacia Cuba, que busca mayor interacción entre los pueblos de ambos países, y ratificó que la liberación de Gross es una de las principales prioridades del Departamento de Estado.
En la sesión del martes, Jacobson y Namm fueron aprobados por voto oral, pero la nominada a embajadora para El Salvador recibió una justa votación de 10 votos contra 9, con la oposición de los republicanos.
Los republicanos critican una relación sentimental de la puertorriqueña Mary Carmen Aponte entre 1982 y 1994 con un estadounidense de origen cubano vinculado con la Sección de Intereses del régimen castrista en La Habana, y que según algunos medios era un espía.
El senador republicano Jim DeMint, quien ya antes bloqueó la confirmación de otros funcionarios, fustiga a Aponte por un editorial en un diario salvadoreño en junio en el que abogó por los derechos de los homosexuales, lo que a su juicio es un “intento de imponer una agenda progay” en ese país.
Un portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, defendió este miércoles a Aponte, de quien dijo está “extremadamente bien calificada” para el cargo.
Los señalamientos en su contra “son simplemente falsos o infundados”, dijo Toner en rueda de prensa. Aponte cuenta con la “confianza total” del presidente Obama y de la secretaria de Estado Hillary Clinton, agregó.
Obama envió a Aponte a El Salvador en 2010 bajo una inusual medida administrativa, pero el Senado debe ratificarla antes del 31 de diciembre para permanecer en el cargo.