Washington Pesántez se presentó como precandidato presidencial, en el norte de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
“Washo, amigo, el pueblo está contigo”, gritaban los partidarios del exfiscal General de la Nación Washington Pesántez, quien la tarde de este sábado 19 de marzo del 2016 hizo pública su decisión de ser precandidato a la Presidencia de la República, por el movimiento Unión Ecuatoriana.
Él esperó en la sede del movimiento, frente al parque Bicentenario, una caravana que se concentró a partir del mediodía en la avenida De los Shyris y que luego se dirigió a la sede. Salió a recibir a sus seguidores en la avenida Amazonas y ofreció a la prensa dar declaraciones al final. Lo acompañaban dos guardias de seguridad privada, que lucían trajes similares a los de militares o policías y llenos de insignias.
Pesántez y varios de sus coidearios, entre los que se encuentran William Aguaguiña, perjudicado por la empresa Unión Constructora y abogado que trabajó en la causa, lucían camisas blancas con un logo en el pecho, que tenía el número 19, de la lista, y una paloma blanca sobre un fondo rojo.
“Somos el M-19”, dijo, haciendo alusión a la fecha del anuncio de su precandidatura. El movimiento Unión Ecuatoriana cumplirá el 19 de abril próximo dos años de la inscripción oficial del movimiento en el Consejo Nacional Electoral.
Sin embargo, aclaró que este no es un movimiento guerrillero, sino el M-19 “de la paz y la democracia” y que está en contra de las falsas y extremas ideologías. Pesántez dio un discurso de más de 40 minutos, en el que empezó diciendo que el país tiene 186 años de historias cíclicas “de crisis moral, política y económica. Hoy no existe institucionalidad”.
Para Pesántez, el actual Régimen es un “neofeudalismo, una especie de monarquía” y dijo que se ha construido en el país “un poder cuasitotalitario” que pretende extinguir libertades.
El también catedrático contó que él votó por el presidente Rafael Correa, pero que ahora forma parte del grupo de gente que se arrepiente de haberlo apoyado, porque considera que el Gobierno ha dado un giro que ha afectado al país.
Así justificó su decisión de aceptar la propuesta de su movimiento de ser el precandidato. Adelantó que en mayo próximo se realizarán las primarias en el Unión Ecuatoriana.
Definió a este movimiento como una organización política joven que convoca a la unidad de todos los ecuatorianos y que busca, entre otras cosas, frenar la polarización que, según su criterio, generan las sabatinas. “Ya pocos escuchan los sábados ese discurso. Prefieren venir acá aunque no haya sánduches”, dijo, y la gente que lo acompañó en la sede del movimiento, en el norte de Quito, le aplaudió y gritó: “Pesántez Presidente, Pesántez Presidente”.
El precandidato presidencial contó que ya tiene un plan de Gobierno que busca mejorar las condiciones sociales y económicas del país. Y dedicó gran parte de su discurso a cuestionar la gestión del presidente Correa.
Por ejemplo, mostró su desacuerdo con una inversión que dijo superó los USD 600 000 millones “en el tren de la nostalgia”, en referencia a la restauración y puesta en funcionamiento del ferrocarril construido originalmente en el gobierno de Eloy Alfaro. Él considera que ese dinero podía haberse invertido en kilómetros de carretera para un tren rápido.
Según Pesántez, la situación del país es delicada y por eso cree que el nuevo Presidente tendrá que hacer labores de un “síndico de quiebra de un país dividido y polarizado que hay que volver a unir”.
Y para ello cree que es necesario primero fiscalizar las obras de este Gobierno, a las que calificó de “faraónicas y elefantes blancos”. Urge, además, según su criterio, revisar la Constitución o hacer una nueva, además de deshacerse de lo que considera burocracia intrascendente, en instituciones nuevas fundadas durante el actual Régimen.
El acto de lanzamiento de su precandidatura incluía música del recuerdo y nacional. En tres ocasiones anunció que ya terminaría su discurso, para dar el paso a la música para sus seguidores. Una de ellas es la argentina Tormenta, quien estaba anunciada como el número central del acto. Al respecto, bromeó: “Yo no causo tormenta, pero llego a su corazón y a su mente”.
Finalmente, Pesántez dijo que “hay que pensar en grande para llegar lejos” y por eso tiene optimismo frente a su futura candidatura para las elecciones del 2017. Lo intentará con la propuesta que en el movimiento se ha bautizado como “la tercera vía”, y asegura que no se trata de un eslogan, sino una opción que necesitan los ecuatorianos”, para enfrentar la falta de empleo, pauperización de la educación, el despilfarro, etc.
Dijo que él es una persona que nació en el campo, un profesor primario le pide el apoyo al electorado y que carece de experiencia política “si eso significa transitar de partido en partido aliarse con el Gobierno y luego abrirse”.