Aunque el tema de límites marítimos entre Ecuador y Perú era el que más expectativa generó, el presidente peruano Alan García prefirió ponerlo en segundo plano.
En su visita a Ecuador, priorizó la revisión de todos los acuerdos bilaterales y ratificar el excelente estado de la relación política.
El eje de sus discursos y de su visita fue resaltar la unión y el avance de los acuerdos de cooperación que han suscrito los dos Estados, durante la gestión de García, que culminará a finales de julio.
García llegó a Quito ayer, pasadas las 09:30 y fue recibido por el canciller Ricardo Patiño. De inmediato se trasladó a la Asamblea, donde fue condecorado por su titular, Fernando Cordero.
Le entregó la medalla Eloy Alfaro, el mayor galardón que puede entregar el Legislativo. Sin embargo, la visita no despertó la atención de la mayoría de asambleístas, pues asistieron unos 50 legisladores de los 124.
En su intervención, Cordero subrayó que la ratificación del paralelo para fijar la demarcación marítima demuestra que el tema limítrofe está cerrado.
Sin embargo, según García, el tema más importante de su visita era rendir cuentas de su gestión bilateral. Por ello, en su discurso señaló que durante su mandato, se dotó de electricidad a 3 388 pueblos, se construyó alcantarillado para 700 localidades fronterizas y se edificaron unas 500 casas de salud, en sitios en los que antes no había servicio.
Finalmente, ratificó que este es el momento adecuado para profundizar la confianza mutua y lograr una verdadera integración. De ahí que planteara desmilitarizar la frontera y reducir el gasto en defensa y armamento. “Debe haber una integración total y debemos tener los puentes abiertos para que peruanos y ecuatorianos puedan circular libremente. Sabemos que podemos darle la espalda a Ecuador porque estamos seguros de que no nos traicionará. Mi compromiso y mi juramento de que no daremos marcha atrás ni traicionaremos esta hermosa amistad construida”.
Este planteamiento lo repitió ya en su encuentro con el presidente Rafael Correa, con quien se reunió pasadas las 10:30. Ambos firmaron una declaración conjunta “para consolidar la confianza mutua, ratificar el acuerdo de paz suscrito en 1998 y fortalecer el diálogo reflexivo al más alto nivel entre los dos países”.
Asimismo, el canciller peruano José García Belaúnde y su par ecuatoriano, Ricardo Patiño, suscribieron cuatro convenios en materia migratoria, de cooperación en cambio climático, de contribución al fideicomiso Yasuní ITT y de simplificación de la institucionalización bilateral.
Sobre el tema migratorio, se estableció la posibilidad de que los consulados de Perú y Ecuador puedan tramitar temas binacionales en los lugares en los que no exista una representación consular de cualquiera de los dos estados. Es decir, que los ecuatorianos, por ejemplo, podrán realizar sus trámites diplomáticos en cualquier consulado de Perú en el mundo, y viceversa.
Correa también entregó a García la condecoración del Orden Nacional al Mérito en el grado de Gran Collar, por su trabajo en la integración regional.
Luego los dos mandatarios respondieron algunas preguntas, en las que se le interrogó en su relación con la prensa. En ese punto Correa ratificó que supuestamente “convenció” a García de que la prensa “corrupta” no puede ser la única voz que los ciudadanos escuchen para informarse.
Ya en horas de la tarde ambos colocaron una ofrenda floral en el monumento a los próceres de la Independencia del 10 de Agosto y luego García recibió las llaves de la ciudad de parte del Municipio.