Jorge Glas fue el encargado del discurso central durante la reinauguración del Colegio Guayaquil. Foto: Elena Paucar / EL COMERCIO
El escenario fue similar al de un enlace ciudadano. Una tarima con una enorme mesa, pantalla gigante, área de prensa y decenas de sillas.
La mañana de este martes 29 de noviembre del 2016, el coliseo del emblemático colegio Guayaquil recibió al vicepresidente Jorge Glas, al nuevo ministro de Educación, Freddy Peñafiel; al nuevo gobernador del Guayas, Luis Monge; y otras autoridades educativas.
El motivo fue la reinauguración del plantel guayaquileño, que pasó por un largo proceso de remodelación que empezó en el 2014. Los asistentes fueron estudiantes y profesores; aunque también hubo barras a favor de Glas desde la Red de Maestros por el Cambio y de la Central Única de Trabajadores (CUT), grupos afines Gobierno.
Glas, quien es candidato nuevamente a la Vicepresidencia de la República, en las próximas elecciones, fue el encargado del discurso central. Dijo que llegó en representación del presidente Rafael Correa, quien no pudo asistir por su viaje a Cuba para participar en los funerales de Fidel Castro. Además habló de la “revolución educativa” del Gobierno y de la “década ganada”.
“Aquí está el gasto público que tanto critican algunos que pretenden hacer politiquería con la educación”, dijo después de explicar que la remodelación del Guayaquil costó casi USD 5,5 millones.
La obra incluye laboratorios, canchas, biblioteca, área administrativa. “Es solo una remodelación”, dijo Elizabeth, estudiante de tercero de bachillerato del Guayaquil. “Hay más libros que antes en la biblioteca y las canchas están más cuidadas”.
“La mayoría del colegio es lo mismo -dijo Andrea, otra alumna-.
No hay gran cambio de la infraestructura, simplemente hay reubicado la biblioteca, pero los laboratorios siguen siendo los mismos”, dijo Andrea, otra alumna.
Pero en su discurso, en representación de los estudiantes, Laura Lozano dio un panorama de antes. “Hace cinco años, cuando llegue, la expectativa era grande. Y la decepción también al ver que el colegio de mis sueños no era el que esperaba”. Aulas calurosas, patios con maleza, bancas oxidadas, paredes rayadas… Es lo que encontró.
Esta mañana, parte de los 3 761 estudiantes que acuden en doble jornada, paseaban por los pulcros corredores, renovados patios y otros disfrutaban de un rato libre en sus salones con bancas nuevas y paredes pintadas.
A más de dar datos del cambio en el Guayaquil, Glas recurrió a algunas cifras nacionales para demostrar los avances del régimen en educación: 4 202 docentes con maestrías financiadas por el Estado, una inversión de USD 22 000 millones en el país desde el 2007, y solo en Guayas cerca USD 3 000 millones.
También mencionó los últimos resultados de la pruebas Reconocimiento a la excelencia 2016, del Instituto Nacional de Evaluación (Ineval). Gabriela Ashqui Maire, de la Unidad Educativa Particular Visión, de Guayaquil, obtuvo 1 000 puntos, la nota más alta entre los estudiantes del ciclo Costa. En tanto que la educadora Narcisa Navarrete Naranjo, de la Unidad Educativa José Luis Tamayo (Daule-Guayas), logró 992 puntos entre los docentes.
“En los gobiernos de la partidocracia los inicios de clases se hacían con paros. Hoy lo hacemos inaugurando escuelas y colegios. Desde 1975 hasta el 2009 los paros del magisterio sumaron 711 días sin clases; es decir, tres años lectivos de 200 días y 111 días más. Nosotros, en diez años de revolución, hemos construido 70 unidades educativas del milenio y hemos repotenciado ocho”, dijo Glas.
Y ofreció que hasta el 2017 se entregarán diez nuevas unidades educativas del milenio en Guayas, más ocho en repotenciadas. Estas se ubican en los cantones de Naranjal, El Triunfo, Samborondón Naranjito, Balao, Daule, Playas y Guayaquil.
Al final de la reinauguración, el Vicepresidente accedió a tomarse algunas ‘selfies’ con maestras y estudiantes.