Édison Aguilar, salubrista y especialista en seguridad social. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Entrevista a Édison Aguilar, salubrista y especialista en seguridad social
La notificación de la Contraloría sobre la remoción del Presidente del Consejo Directivo del IESS, relacionada con el manejo financiero de la entidad, es una muestra de que el tratamiento de la seguridad social aún tiene una visión de corto plazo en el Ecuador. ¿Es posible definir una gestión de largo plazo?
Es posible hacerlo y políticamente necesario. Pero hay que diferenciar lo que es seguro social y seguridad social.
¿Cuál es la diferencia?
El seguro social está destinado fundamentalmente a proteger a la población que trabaja, a la que tiene empleo. La seguridad social suma todo eso, pero también incluye una mayor protección a la sociedad.
¿Cómo mejorar la cobertura del seguro social?
Este modelo de seguro social tiene como condición el empleo por los aportes: mientras más trabajadores en relación de dependencia haya va a ser mucho mejor siempre. Además, el seguro social representa el mayor ahorro interno del país y por eso también debiera dirigir más sus créditos hacia el sector productivo, bajo las condiciones de que se creen empleos. Todo eso genera más aportes y más reservas en beneficio de los afiliados y del seguro social.
¿Qué se ha hecho para lograr el punto de equilibrio que permita que los aportes garanticen las prestaciones del seguro social?
En el IESS, a mediados de los noventa se creó una comisión interdisciplinaria y allí se propuso un sistema que tenga la mayor posibilidad de cobertura. Se lo llamó seguro marginal para aprovechar una de las características de los ecuatorianos que se encuentra en el sector informal. Si de cada 10 personas de la Población Económicamente Activa (PEA), tres tienen trabajo o empleo formal, siete están en la informalidad, pero están organizadas.
¿Cuál sería el impacto en el número de afiliaciones?
Es como el seguro campesino. Allí no se afilia a las personas sino a las organizaciones, pero se protege a la familia. En la informalidad también están organizados y de esa manera se pueden ampliar los aportes.
¿Qué pasó con esa idea?
No salió de la institución.
¿Pero en la definición de un plan de largo plazo también pesan otros factores como el demográfico o el crecimiento de las expectativas de vida de la gente?
De hecho la demografía afecta, eso es indudable. Pero este es un problema de números. En el seguro de salud, mientras más población asegurada haya, se entiende que se reducen los riesgos en términos de enfermedades. Lo mismo pasa en pensiones. Y si la población envejece, el número de aportantes afectará al seguro de salud. Pero si tenemos que el país está en una transición demográfica, todavía hay unos años que si se logra recuperar -ampliando la población afiliada-, de hecho hay la posibilidad de que se pueda manejar esa situación.
¿Cómo lograrlo? Basta mencionar que dentro de las mesas de diálogo que instaló el Ejecutivo, no se ha dado paso a un espacio exclusivo en el que se analice el futuro de la seguridad social y solo se aborda el tema desde el pago de la deuda del Estado al IESS.
Eso es algo importante y nos debe preocupar a todos. Por eso, la invitación es que trabajadores, empresarios, acuerden un manejo distinto del seguro social, pensando en mejorar la economía, el empleo, ampliar la población afiliada y eso permite sortear mejor el problema demográfico. Si mejora la economía, también va a mejorar la seguridad social. Los reclamos que han habido sobre el seguro social se han orientado a que el Gobierno saque sus manos y pague la deuda, que deje de ser la caja chica, pero no se está pensando como país, como afiliados.
Cuando se presentan momentos críticos en torno al manejo del seguro social, siempre se pone sobre la mesa la necesidad de ir hacia una nueva Ley de Seguridad Social. ¿Ese es el camino? ¿Pasa por lo legal?
Como tenemos debilidad institucional, debilidad política, creemos que la ley lo puede resolver todo y no es así. Mientras más trabajo haya, mejor le irá a la seguridad social.
Hoja de vida
Magíster en Administración de Salud, Univ. Central. Salubrista del IESS por 24 años. Dir. del Instituto de Salud Pública de la PUCE por 8 años. Jubilado. Integra la Plataforma por la Salud y la Vida.