Ecuador conmemoró hoy, sábado, el centenario del magnicidio del ex presidente Eloy Alfaro con un solemne acto, al que asistieron delegados de Nicaragua y Venezuela y en el que la disuelta guerrilla Alfaro Vive ¡Carajo! (AVC) entregó la espada del líder que había sido robada en 1983.
Los sables de Alfaro y de Pedro Montero, su compañero de armas, fueron devueltos por Mireya Cárdenas, secretaria (ministra) de Pueblos y ex dirigente de AVC, en Montecristi, una población costera al suroeste del país donde en 1842 nació el ex jefe de Estado (1895-1901 y 1906-1911) .
En la ceremonia, en la que participaron el presidente Rafael Correa, el fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua, Tomás Borge, y el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, AVC entregó las armas que robó en agosto de 1983 del Museo Municipal de Guayaquil (suroeste) .
Tras ser derrocado Alfaro en 1911 por un golpe militar, Montero fue muerto el 25 de enero de 1912 en Guayaquil, mientras que el máximo líder de la revolución liberal y otros compañeros fueron asesinados en Quito tres días más tarde.
Una turba opositora de Alfaro sacó a los liberales de la prisión a la que habían sido enviados por el entonces presidente Carlos Freile, después de ser capturados en Guayaquil. Sus cuerpos fueron arrastrados desde Quito hasta un despoblado del norte de la ciudad, donde fueron quemados en un hecho que se conoce como la “hoguera bárbara”.
“A pesar de que lo asesinaron hace 100 años, nuestro general Eloy Alfaro Delgado está más vivo que nunca, alumbrando, inspirando, empujando nuestra revolución ciudadana”, declaró Correa, quien mantiene vivos los ideales del ex gobernante con el que tiene parentesco.
Agregó que “la hoguera bárbara del ayer se ha convertido en la aurora del presente ” y destacó al “ viejo luchador”, al recordarlo como una figura radical, gestor de profundos cambios en Ecuador como la separación de la Iglesia Católica y el Estado, la participación de la mujer en la vida pública, la educación laica y la construcción del ferrocarril.
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El presidente socialista apuntó: “Hoy hemos recuperado” la espada de Alfaro y “no la vamos a envainar, mi general, hasta que no haya ni un solo pobre en este país”.
Borge rememoró a su vez que Alfaro fue nombrado general en Nicaragua y que conoció al político y poeta cubano José Martí. Tildó al líder ecuatoriano como “el grande ” y “ verdadero fundador de la revolución ciudadana” que promueve Correa.
Añadió que Nicaragua levantará un monumento a Alfaro en su territorio, lo que desató aplausos de los asistentes al acto, como diplomáticos y la secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la colombiana María Emma Mejía.
Cárdenas, cuyo movimiento AVC depuso las armas en 1991 y tuvo nexos con la también desmovilizada guerrilla colombiana del M-19 (que se apropió de la espada del libertador Simón Bolívar en 1974) , dijo: “ Nunca esperamos tener que entregar las espadas ” de Alfaro y Montero.
Las armas fueron símbolo de la lucha de AVC contra la administración del ex presidente León Febres Cordero (1984-1988, derecha) , que combatió con dureza a la insurgencia y es acusada de la ejecución de 36 subversivos.
La ministra de Patrimonio Cultural, María Fernanda Espinosa, señaló que Alfaro fue un combatiente de la unidad latinoamericana y colaborador de las causas revolucionarias de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Montecristi “es la cuna de Alfaro y marca el espacio simbólico de encuentro entre la revolución alfarista y nuestra revolución ciudadana”, enfatizó la funcionaria, y apuntó: “somos alfaristas porque (…) defendemos la soberanía nacional y somos antiimperialistas”.