Reunion del grupo Nosotras por la Democracia, la preside Solanda Goyes. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO
En la segunda reunión convocada por el colectivo de mujeres Nosotras por la Democracia la tarde del pasado jueves 14 de julio del 2016, participaron, mayoritariamente, líderes de movimientos que forman parte del Acuerdo Nacional por la Unidad.
No fueron los únicos invitados, pero sí los que más interés han mostrado hasta el momento en la iniciativa de las mujeres.
Según Solanda Goyes, una de las líderes políticas que forman parte de este grupo, el Acuerdo manifestó su total coincidencia con el documento que ellas entregaron para su análisis la semana pasada.
Pero, además, hicieron aportes para pulir y enriquecer la propuesta que busca conseguir acuerdos con el fin de lograr un candidato único de oposición para las próximas elecciones. Goyes acepta que debido a diferencias ideológicas es complicado que esa aspiración se cumpla.
Sin embargo, señala que confían en que a partir de su propuesta se logre, al menos, que la menor cantidad posible de personas presente su candidatura para la Presidencia, concretando alianzas entre varios movimientos afines. Así se podría lograr que Carondelet quede en manos de alguien de fuera del oficialismo.
Asistió el coordinador del Acuerdo, Paco Moncayo, junto al precandidato presidencial Enrique Ayala Mora, y representantes de Unidad Popular y Montrcristi Vive. También estuvo Anita Changuín, en representación de Concertación, el movimiento liderado por César Montúfar, que se ha sumado a diversos espacios de diálogo para luego tomar una postura definitiva.
Ayala Mora destacó que la propuesta de las mujeres es importante porque no se centra únicamente en sus ideas y propuestas de género sino que muestra una preocupación más amplia por los temas de interés nacional.
También le parece bueno que el movimiento de mujeres “ayude a presionar” para que se intente hacer alianzas, propuestas más amplias y se busque un candidato único.
Sin embargo ve “inviable” que se logre presentar un presidenciable único de la oposición porque hay candidaturas “inamovibles” como la de Guillermo Lasso.
Por otro lado, hay iniciativas como la Convergencia Democrática por la Unidad, donde “los propios aliados debilitaron a la candidata que el socialcristianismo lanzó (Cynthia Viteri)”. Si eso ocurre desde adentro -dice Ayala Mora- muy difícilmente podrán convocar a los de fuera.
Por eso en el Acuerdo se continuará trabajando por un consenso y un candidato de la tendencia, sin descartar unidad con todos los demás sectores para exigir que se trabaje con transparencia electoral en febrero próximo.