Redacción Guayaquil
El programa de reordenamiento pesquero empezó a ejecutarse en el país. Ahora la pesca de arrastre langostera y pomadera (camarón pequeño) tendrá nuevas reglas para operar en altamar.
Un Acuerdo Ministerial dispuso que la Dirección General de Pesca realice un censo para ordenar el sector y reconvertir la flota a nuevas formas de pesca o retirarse del negocio. Esta fase durará tres años y tendrá como tarea limitar la navegación de las embarcaciones para que reduzcan sus actividades y se conserven los recursos pesqueros.
Guillermo Morán, subsecretario de Recursos Pesqueros, sostuvo que la flota solo podrá trabajar en un marco de ordenamiento adecuado y que provoque el menor impacto en el ambiente y social. “Se contactarán a certificadoras internacionales para que analicen y evalúen al sector para ver si es factible o no entregarles certificaciones ambientales. La próxima semana se empezará con los talleres de las nuevas pesquerías que se implementarán”.
La primera disposición del Acuerdo fue la aplicación de una veda de dos meses para los langosteros, que empezará el primero de enero de 2010. En cambio, la flota de arrastre camaronera deberá suspender sus operaciones desde el 1 de enero al 31 de marzo del próximo año. Además, se exigirá que se cumplan los lugares de navegación.
Fernando Núñez, presidente de la Asociación de Armadores Pesqueros Pomaderos de Posorja, contó que el reordenamiento afectará a su sector con las vedas cuando se propuso cupos para cuidar los recursos pesqueros. “La flota no se veda sino los recursos, para que no haya depredación. Parece que el sector artesanal lo que quiere es seguir depredando más, no preservar”.
Según Núñez, paralizar tres meses a los pomaderos genera preocupación porque 27 000 personas que viven de esa actividad se quedarán sin ingresos. Cada tripulante recibe USD 300 mensuales más la venta de los pescados y mariscos que atrapan en las redes. “Las flotas pueden tener cupos de hasta 4 000 libras por días para que no haya veda. En promedio se capturan entre 8 000 y 10 000 libras”.
Para Morán, la veda es suficiente para controlar a la pesca de arrastre, ya que los cupos requieren sistemas de vigilancia mucho más costosos.