Redacción Quito
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Parterres descuidados, basura y tierra acumulada dañan la imagen de las calles de tres sectores de la ciudad. El césped sin podar ocasiona que algunas personas arrojen desperdicios y se produzcan malos olores.
Los consejos
Para mantener el césped fuera de su casa pódelo cada 15 días o contrate un jardinero junto con algunos vecinos para que el costo sea menor.
No permita que se arroje basura en los parterres porque así el sitio se convierte en un basurero.
Puede llamar a la Emmop (1800 366 677) para que le ayude a dar mantenimiento si el parterre es muy grande.
A pesar de la suciedad que se observa en un parque ubicado en las calles Isla Tortuga e Isabela, en Jipijapa, los niños salen a jugar los fines de semana. Irene Salinas vive a unas cuadras del lugar, pero los sábados va con sus dos hijas de 4 y 1 año a jugar en el parque. Mira la basura pero dice no disgustarle porque no hay mucha. “Lo que importa es que al menos se respira aire fresco y mis hijas se distraigan”.
Frente al parque hay un parterre en la calle Isla Tortuga, que tiene el césped crecido. Las personas que viven alrededor realizan la limpieza periódicamente pero no cortan la hierba. El mismo panorama tiene la mitad de la calle Jorge Juan y Mariana de Jesús, en el norte de la urbe.
Allí se pueden observar papeles, maderas y hasta fierros oxidados en las aceras de algunas viviendas. Patricio Viteri, morador del lugar, afirma que afuera de su casa se estaban haciendo unos cambios de tubería y por eso descuidó su césped y se acumuló tierra en la entrada.
Para él, el mayor problema no es que se descuiden los jardines sino que el sector enfrenta una infestación de ratas desde hace varios meses. A media cuadra de la casa de Viteri está la av. Mariana de Jesús, en donde se construyó un jardín con piletas.
Viteri asegura que por las noches las ratas salen de los agujeros de esas aceras a pesar de lo mantenido que está el espacio en la avenida. “El problema no se resuelve desde hace tiempo, ya en mi casa he matado algunos de esos animales que salen por las noches”. Por lo que no se siente molesto al ver su jardín descuidado, pues sabe que con una podadora el problema se resolverá. Mientras que para solucionar la presencia de ratas se reunirá con sus vecinos y presentará una queja al Cabildo.
Las mismas molestias tiene Elizabeth O., quien prefirió la reserva de su nombre completo por seguridad. Ella vive en las calles Juan de Argüello y Hernando Gamarra. Fuera de su casa tiene que soportar a diario el olor y la mala imagen que proyecta la vía porque al lado de su casa no cortan el pasto. En el lote de su vecina “con cerramiento recién hecho” se observa la acumulación de basura y el césped que llega a medir medio metro.
Para esta moradora es desagradable tener que caminar a su casa y pasar por ese sitio en las noches. También hay ratas que no se han ido a pesar del veneno que ella y algunos vecinos han echado en el sitio. Según ella, trabajadores del Cabildo fueron y destruyeron la calzada con las maquinarias. “Nadie se apersona ni da una solución”.