Francisco permanecerá hasta el domingo 12 de julio en Paraguay, luego regresará a Roma. Foto: AFP
El papa Francisco condenó el sábado (11 de julio) las ideologías que terminan en dictaduras, así como la corrupción, y pidió más igualdad en Paraguay, última parada de su gira sudamericana donde improvisó un encendido discurso político la víspera de volver a Roma.
Con más vigor que en la mañana, cuando ofició una misa multitudinaria en el santuario de la Virgen de Caacupé, patrona de Paraguay, el pontífice sostuvo ante un encuentro con la sociedad civil que “las ideologías terminan siempre en dictaduras”.
“Las ideologías terminan mal, no sirven, no asumen al pueblo. Por eso, fíjense, en el siglo pasado en qué terminaron las ideologías: en dictaduras siempre” , aseveró generando aplausos entre las más de 5 000 personas que asistieron al estadio León Condou de Asunción.
Mientras respondía las preguntas, algunas pronunciadas en guaraní, de seis líderes sociales, el papa Francisco calificó a la corrupción como la “gangrena de un pueblo” .
“Otro método que no da libertad es el chantaje y eso es siempre corrupción” , afirmó el pontífice tras recalcar que es un fenómeno que se repite “en todos los pueblos del mundo”.
También llamó especialmente a los jóvenes “a jugársela por algo, a jugársela por alguien. No tengan miedo de dejar todo en la cancha. No tengan miedo de entregar lo mejor de sí”.
Usando una metáfora propia del mundo del fútbol, agregó: “Jueguen limpio. No coimeen (sobornen) al referi”.
En las afueras de este recinto se vivieron algunos momentos de tensión por activistas sociales que quisieron levantar pancartas con reclamos sociales y denuncias políticas, prohibidas expresamente por la Policía de Paraguay durante la visita papal.
Antes de este discurso, el más político en su gira que lo ha llevado desde el pasado 5 de julio a Ecuador y Bolivia, Francisco se emocionó en Caacupé, 50 km al este de Asunción, al pedir no perder la memoria, las raíces, ni la razón de las luchas.
Como en casa
“Estar aquí con ustedes es sentirme en casa, a los pies de nuestra Madre La Virgen de los Milagros de Caacupé” , dijo ante cientos de miles de personas, entre ellos muchos compatriotas argentinos.
Uno de los momentos de mayor alegría colectiva ocurrió al rezar el padre nuestro en guaraní, cuando se vio al papa articular unas palabras en esta lengua, oficial al igual que el castellano en esta nación de siete millones de habitantes, 90% de ellos católicos.
Al papa, de 78 años, se le vio más cansado y despertó dudas sobre su salud al demorarse unos minutos al interior de la basílica de Caacupé, pero el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró que se encuentra bien.
“No fue ningún problema médico en particular. El papa está bien. Fueron algunos minutos porque el papa tenía necesidad de algunos minutos solo antes de iniciar su misa” , aseguró Lombardi en una conferencia el sábado en la noche.
El portavoz del Vaticano confirmó que Francisco recibió a un grupo de su familia argentina en la Nunciatura, “menos de 10 personas”, especificó y agregó que también se reunió en privado con amigos de Buenos Aires.
El papa realizó visitas fuera de la agenda oficial, la primera a la Fundación San Rafael en Asunción, que ofrece cuidados paleativos a enfermos terminales y al finalizar una misa de víspera en la Catedral, acudió al colegio jesuita Cristo Rey.
En ese colegio, rodeado por miles de fieles como en todas sus paradas, Francisco deseaba poder ver la reliquia del corazón de San Roque González de Santacruz, primer santo paraguayo.
La presidenta argentina Cristina Kirchner viajó a Asunción el sábado para asistir este domingo 12 de julio a la misa campal que oficiará en el campo militar de Ñu Guazú.
Después de esa misa, el papa tiene previsto reunirse con jóvenes antes de regresar a Roma, al cabo de siete días de una agenda intensa.
Una cuestión de género
En esta visita, el papa ha enfatizado su conocida admiración por la mujer paraguaya, heroína en la reconstrucción del este país en cenizas tras la Guerra de la Triple Alianza (1864-70) contra Brasil, Argentina y Uruguay, que diezmó a su población masculina.
A través de la Virgen de Caacupé, el sumo pontífice quiso homenajear otra vez a la mujer de este país como lo hizo el viernes en su primera intervención pública ante el presidente Horacio Cartes.
“Ustedes tienen la memoria, la genética de aquéllas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo. Como María, han vivido situaciones muy, muy difíciles, que desde una lógica común sería contraria a toda fe” , reconoció el pontífice.