La osamenta hallada había sido sepultada en un lugar de difícil acceso, en Nono, en el noroccidente de Quito. Foto: Archivo particular
Los restos estaban a más de 220 metros de la carretera que conduce a Nono, en el norte de Quito, al fondo de un barranco, cubierto por matorrales y maleza. La mañana de este martes 21 de junio del 2016, miembros de la Dinased hallaron los restos que podrían pertenecer al coronel de Policía en servicio pasivo Héctor Estrella, quien fue reportado como desaparecido en abril del 2015.
Víctor Aráuz, director de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Personas (Dinased), explicó que la investigación empezó cuando se reportó la desaparición. Allí se realizaron los protocolos de búsqueda para lograr la ubicación. Conforme avanzó la investigación aparecieron indicios y versiones que motivaron a los agentes a pensar que podría tratarse de una desaparición no voluntaria.
“El momento en el que se confirme que los restos óseos pertenecen al coronel, el caso ya no sería desaparición, ya que las osamentas evidencian que se trata de una desaparición forzada que degeneró en muerte violenta”, señaló Aráuz.
Aproximadamente a las 10:00, arribaron al lugar miembros de Criminalística de la Policía Nacional, la fiscal a cargo del caso y el antropólogo forense, quien ratificó que eran osamentas humanas. Se realizarán exámenes para determinar la identidad.
Hasta el mediodía, según informó el uniformado, había una persona detenida. Sin embargo, investigaciones apuntan a que en las próximas horas se detendrían a otro posible autor material y a una persona quien sería el autor o la autora intelectual del hecho.
La persona que al momento está colaborando con la investigación fue retenida la madrugada de este martes. Como parte de la intervención técnica y tecnológica se llegó a saber que el sospechoso había estado en El Ángel, provincia del Carchi, en el norte del país.
Los uniformados obtuvieron información que ayudó a ubicar al sospechoso. Hicieron un cuadro de conexiones y vinculación para determinar la posible participación en el crimen. Las dos personas sospechosas serían parte del entorno laboral de la víctima.
Según informó Aráuz, el sospechoso que decidió colaborar con la Policía está vinculado con el asesinato pues relató a los uniformados cómo ocurrieron los hechos y los llevó al lugar exacto donde reposaban las osamentas. En su declaración, vinculó a otras personas que también habrían participado en el crimen. La Fiscalía será la encargada de dar a conocer cuáles fueron las motivaciones que llevaron a cometer el ilícito.
En el lugar donde estaban los huesos, se constató que los restos óseos fueron incinerados.
Estrella desapareció en Quito mientras realizaba sus actividades normales. La familia aportó con información importante para el caso. Las personas que estuvieron junto con él los últimos momentos dieron información clave para ubicar al sospechoso.
Marco Proaño, jefe de la Unidad de Investigación de Personas Desaparecidas de la Dinased, explicó que el lugar del hallazgo es poco transitado, de difícil acceso y abundante vegetación, por lo cual se presume que la persona fue deliberadamente ingresada.
Dijo, además, que sus agentes llevan investigando el caso durante un año dos meses. “Se podría presumir que la persona fue primero asesinado y luego abandonado en el lugar”, señaló Proaño.
Según Aráuz, las pericias para confirmar la muerte violenta tomarán aproximadamente ocho días. Una vez que se obtengan los resultados, se los dará a conocer a la ciudadanía a través de los medios de comunicación.
Es la tercera osamenta que la Dinased encuentra en menos de 30 días.