Las principales autoridades de Estados Unidos también reaccionaron por el golpe de Estado en Tegucigalpa.
El presidente de ese país, Barack Obama, declaró que se encuentra “profundamente preocupado” por los acontecimientos que se viven en la nación centroamericana. El Mandatario demócrata pidió que “cualquier tensión y disputa existente debe ser resuelta pacíficamente a través del diálogo interno, libre de cualquier interferencia del extranjero ”.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, fue más directa. Desde Washington y mediante un comunicado público condenó el golpe de Estado y la expulsión de Manuel Zelaya. Dijo que esa acción “viola los preceptos democráticos hemisféricos”.
La máxima autoridad de la diplomacia de Estados Unidos convocó a todas las partes en Honduras a “respetar el orden constitucional y el estado de derecho para reafirmar la vocación democrática y a comprometerse a resolver pacíficamente sus disputas políticas por el diálogo”.
Ella también exhortó a que se respeten los principios democráticos que fueron reafirmados durante el último encuentro de la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebrado, precisamente en Honduras, a principios de este mes.
Clinton estuvo presente en esa reunión que se cumplió en la ciudad de San Pedro de Sula, la segunda en importancia de Honduras. Durante la reunión del organismo continental, la Secretaria de Estado de EE.UU. se reunió con dos candidatos a la presidencia de ese país.
La prensa internacional resumió los encuentros con Elvin Santos, candidato del oficialista Partido Liberal, y Porfirio Lobo, miembro del Partido Nacional.
Ambos son los candidatos presidenciales con mayores posibilidades de ganar en las próximas elecciones de noviembre en el país centroamericano.
Luego de su encuentro con Clinton, dijeron que su conversación se centró en el fortalecimiento de la democracia en esa nación y en mejorar las condiciones de los inmigrantes en Estados Unidos.
En el tema de la democracia, abordaron el apoyo de EE.UU. para las próximas elecciones.