Continuando con el proceso de cambios que está implementando la administración del FMI, el Comité Ejecutivo aprobó este año, la venta de una limitada cantidad de oro, haciendo hincapié de que las ventas se harán de tal forma que no afecten el funcionamiento del mercado internacional del oro. El FMI, después de los Estados Unidos y Alemania es el tercer tenedor más importante de oro en el mundo. En total el FMI venderá 403.3 toneladas métricas de oro, lo que significa un octavo del total de sus tenencias.
Esta operación es parte de un nuevo modelo de ingresos aprobado el año anterior, que tiene como objetivo ser menos dependiente de los ingresos derivados de sus préstamos. Los ingresos servirán para incrementar las operaciones de créditos concesionales a los países de bajos ingresos.
El nuevo modelo está basado en las recomendaciones efectuadas en enero de 2007, por un panel de expertos encargado de identificar fuentes alternativas de ingresos que elimine los inconvenientes del modelo vigente. Por lo tanto, la nueva estrategia tiene como objetivo diversificar las fuentes de ingresos para alinearlas de mejor manera con las diferentes operaciones que desempeña la organización. Un elemento central es la creación de un fideicomiso con las ganancias que se obtengan de la venta del oro. Lo que produzca el fideicomiso sería luego invertido de acuerdo a la naturaleza de los fondos públicos, y para ayudar a cubrir los gastos administrativos del FMI.
A principios de año, el FMI acordó movilizar USD 17 mil millones hasta 2014, para prestárselos a países de bajos ingresos que han sido duramente golpeados por la crisis mundial. Parte de los ingresos generados por la venta del oro, servirán para financiar los subsidios que se otorgan a los países pobres a quienes se presta en términos concesionales. También se contempla una importante reducción de costos de alrededor de USD 100 millones para los próximos tres años. La culminación de este esfuerzo ha tomado cerca de tres años, llegando a la conclusión que el modelo vigente que dependía de los ingresos que generaban los préstamos a sus miembros no era un modelo viable por lo cual había que encontrar fuentes alternativas que permitan un financiamiento sostenible.
El nuevo director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn que reemplazó en el mes de noviembre de 2007, al español Rodrigo Rato, ha sido el impulsor de las reformas que se han adoptado en el FMI, lo que ha permitido su fortalecimiento; profundizar su autonomía, y fortalecer su posición como el principal ente financiero multinacional del planeta.
Bajo el nuevo liderazgo, al FMI le ha tocado enfrentar la actual crisis, para lo cual ha implantado una serie de mecanismos financieros nuevos que han contribuido exitosamente a atenuar el impacto de la misma.