Redacción Quito
La luminosidad de una pantalla gigante y de luces intermitentes de varios rótulos llaman la atención de conductores, vecinos y peatones en la av. 6 de Diciembre y Turquía.
Los avisos fluorescentes pertenecen a los Supercines 22, que abrieron sus puertas hace dos semanas. Desde allí, el movimiento en el lugar cambió.
Tome precauciones
La Policía de Tránsito recomienda a los conductores que van a ingresar al cine tomar el carril derecho de la av. Seis de Diciembre, desde la NN.UU. y así evitar cambios de carril.
Quienes no asistan a las salas deberán tomar el carril izquierdo o tomar rutas alternas como la av. De los Shyris. Según la Policía, en el lugar habrá control al tránsito de 16:30 hasta las 21:00 todos los días.Para Ligia Hurtado, quien tiene un negocio junto a las nuevas salas, la transformación trajo congestión, ruido y desorden. Aunque admitió que puede ser una ayuda para atraer clientes a su almacén de ropa para niños.
El fin de semana la afluencia de gente a Supercines 22 fue masiva. El tránsito en el carril que va de norte a sur de la av. 6 de Diciembre, se complicó. La fila de autos se extendió hasta la av. NN.UU. Por ello, la Policía colocó 10 conos reflectivos sobre la 6 de Diciembre para agilitar el paso de los conductores que buscaban un parqueadero en el lugar.
Los estrechos ingresos dificultaron la labor de los uniformados. El subteniente Jorge Larcos señaló que los problemas son diarios. “El tránsito se compli-
ca desde el redondel de la av. NN.UU. hasta la Turquía. Hacen falta más parqueaderos”.
Según el personal de Supercines, existen 700 espacios. Las salas reciben un promedio de 6 200 usuarios al día.
Juan Carlos Almeida conducía un Chevrolet y se encontró con la congestión. Se tardó 15 minutos en atravesar dos cuadras de la NN.UU. hacia el sur. “Se pierde un carril cuando la ciudad ya está saturada”.
Pero Patricio Larrea, vecino del sector, cree que los problemas de ruido y congestión disminuirán con el tiempo. “La gente es novelera. En unas semanas será más fácil transitar”.
A Edwin López no le molestó aguardar 10 minutos para parquear. “Al fin tenemos un lugar decente para divertirnos. Parece que ya somos una metrópoli”.