Que nadie se apropie del No en la votación del 7 de mayo. Supere o no el 50% de los votos válidos, el voto No es voto ciudadano.
Los de derecha han manejado con verguenza y temor su posición ante la consulta, porque sus vínculos con los empresarios que son sus vasos comunicantes con los negocios del Estado, los llevaron a privilegiar tales negocios.
¡Y qué negocios!, en lo ilícito y deshonesto del entorno gobernante.
Los de izquierda, salvo los que siguen en las nóminas del gobierno, no han ocultado sus pronunciamientos por el No -entre las limitaciones y las carencias de dinero- y aun han sido autocríticos de haber favorecido el esquema fascista del gobierno de Correa, porque a tiempo no lo percibieron o se auto engañaron, para darle tiempo en espera de rectificaciones.
Los del No son los ciudadanos de buseta, de a pie, de la vida cotidiana, que normalmente representaron el voto contestatario, que se hartaron que se les mienta desde el poder.
También, son las madres y los padres a los que se les cuenta en la publicidad oficial que hay atención y medicamentos gratuitos; y, cuando llegan a los hospitales la atención es precaria y no hay medicamentos.
Y lo son los soldados y los policías –y sus familiares y compañeros- a los que la irresponsabilidad del gobernante y su entorno los llevó a enfrentarse en los acontecimientos del 30 de septiembre del 2010. Son los maestros y los servidores públicos que en un gobierno que se decía de izquierda han sido perseguidos, despedidos y se les ha privado de derechos en sus gremios. Son los universitarios de hoy y los que van a hacerlo en uno o dos años que sienten que la gratuidad universitaria es una burla sin presupuesto, ni autonomía, ni calidad educativa.
Ya pasaron 51 meses de gobierno continuo de Correa, lo que no tiene antecedente en la historia republicana desde el asesinato de García Moreno el 6 de agosto de 1875. En los hechos con plenos poderes, por manejar la Asamblea con sus “soldados rasos”, con Corte Constitucional consentidora, sin órganos de control que lo perturben, por lo que el cuento que “los gobiernos anteriores son los únicos culpables” dejó de ser creíble.
Tuvieron oportunidad de juzgar y castigar el atraco bancario de fines de los años noventas y otros ilícitos de la época de la partidocracia y del Gobierno, pero la Fiscalía sólo responde a los intereses del gobernante, que criminaliza a dedo al coronel Carrión, Director del Hospital de la Policía y a otros oficiales policiales, mientras se acumulan indagatorias que no avanzan y ni siquiera se inician.Qué decir de la delincuencia común?, crece y crece. Un No masivo -por encima o por debajo del 50%- nos demostrará que podrá derrotarse al fascismo. Que Correa lo tenga claro.