La industria de la línea blanca se considera sensible dentro del acuerdo comercial que Ecuador negocia con Corea del Sur.
Al ser sensible, 24 subpartidas arancelarias (productos) no formarán parte totalmente del Acuerdo Estratégico de Cooperación Económica entre Ecuador y Corea del Sur (SECA, por sus siglas en inglés).
Javier Mora, director Ejecutivo de Asociación de industriales de Línea Blanca del Ecuador (ALBE), explica que su sector mantuvo desde el inicio la posición de alta sensibilidad frente a las negociaciones.
Es una industria que hace inversiones, las cuales están en desarrollo y en ejecución, que no se pueden detener. Por esa razón se notificó al equipo negociador de Ecuador que 8 subpartidas arancelarias necesariamente deben ser excluidas.
Estos productos son modelos de cocinas y refrigeradoras producidas en el país.
Adicionalmente, solicitaron que otras 16 subpartidas arancelarias se negocien en el mayor plazo de desgravación permitido, es decir a 15 años.
Cocinas y refrigeradoras pequeñas
Ana Cristina Avilés, directora Técnica de la Cámara de Industrias de Pichincha (CIP), comenta que la exclusión es una protección de las industrias sensibles en ciertos productos.
En el caso de la línea blanca explica que los 8 productos son cocinas y refrigeradoras pequeñas, y estufas. La industria nacional fabrica estos electrodomésticos.
Sin embargo, hay otros productos que no se fabrican en Ecuador y fueron incluidos en el acuerdo comercial. Por ejemplo, están refrigeradoras de gran capacidad, estufas y planchas de cocina a inducción de Corea del Sur.
La producción de línea blanca
Mora comenta que una vez concluidas las negociaciones esperan recibir de manera oficial información sobre los resultados obtenidos.
El sector quiere saber si las 8 subpartidas quedaron excluidas, así como las 16 para que tengan una desgravación progresiva.
“Aspiramos que se ajusten a nuestros legítimos requerimientos basados en la alta sensibilidad de esta rama de la producción nacional”. En esta industria están Indurama, Mabe y Fibroacero, que se encuentran en las ciudades de Cuenca y Guayaquil.
Mora comenta que en el 2022 hubo una producción nacional aproximada de 1,2 millones de unidades de cocinas.
Esta industria genera aproximadamente 4 000 fuentes de empleo directo y 9 000, indirectos.
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