El riesgo país de Ecuador volvió a subir ayer y se encuentra en 1 639 puntos.
Adriana V. tiene 22 años y en noviembre se quedó sin empleo. Sin un sueldo estable, esta joven de clase media confiesa que optó por cargar a su tarjeta de crédito muchos gastos que antes pagaba con su sueldo. “Tengo una deuda de USD 1 200, pero como no tengo trabajo, cada vez que puedo hago unos avances de efectivo para pagar el mínimo, aunque al final la deuda va a ser más grande”, cuenta.
Endeudarse en época de ‘vacas flacas’ es un hábito que los expertos en finanzas personales recomiendan evitar para no terminar con una deuda mayor a la inicial y que puede volverse impagable.
Y es que el manejo de las finanzas de Adriana es parecido al que el Gobierno ha venido realizando en los últimos años, dice el analista Andrés Vergara. “Tenemos más gastos que ingresos y toda esta falta de ahorro se ha venido solventando con deuda”.
El pasado 12 de enero, en una entrevista transmitida por el canal público Ecuador TV, el presidente Rafael Correa usó una analogía en referencia a la situación económica del país.
“Ahora somos una familia de clase media… Tenemos un problema, tal vez nos quedamos sin empleo, el jefe de familia, pero tiene tarjeta de crédito para seguir subsistiendo”.
Según el exministro de Finanzas Fausto Ortiz, el Gobierno podría recurrir al mecanismo conocido como ‘roll over’, es decir, a renovaciones de deuda vencida o a retrasos en los pagos, que se configuraría como una “bola de nieve”.
En la realidad, hacer esto en un hogar es como pagar el mínimo de la tarjeta para seguir gastando y atrasarse en el pago de otras deudas para usar ese dinero en otros compromisos.
Si el jefe de familia se queda sin trabajo, dice Marco López, exmiembro del Directorio del Banco Central, lo ideal sería que el dinero de la liquidación se use para “supervivencia”, en el caso de que, como en Ecuador, el padre de familia no haya ahorrado. “Si se queda sin trabajo puede usar su liquidación para emprender un negocio, bajar el gasto y ver qué muebles de su casa vende”, sugiere López.
Más allá del debate que ha generado el ejemplo que puso el Presidente de la República, Ortiz señala que Ecuador tiene una estructura de deuda cara y de corto plazo que ha venido aumentando la presión en la caja fiscal.
El pago de amortizaciones e intereses de deuda pública (sin contar preventas) pasó de USD 3 696 millones en el 2007 a USD 5 219 millones en noviembre pasado, según datos del Banco Central del Ecuador.
En el escenario actual, donde la liquidez en el mercado interno se ha reducido, las opciones de crédito se han restringido. La banca pone más requisitos, pide más garantías y ha limitado el crédito para evitar un deterioro de la cartera.
Con un incremento en la morosidad de 0,79 puntos y la caída de los depósitos en un 13% en el 2015, la banca privada ha anunciado que la consecuencia lógica es restringir el crédito en el 2016.
Walter Spurrier resalta que esa ‘bola de nieve’ que es el endeudamiento se volverá más difícil, porque el riesgo país está aumentando, lo que se traduce en un costo de endeudamiento más alto.
El riesgo país de Ecuador subió nuevamente ayer y está en 1 639 puntos, lo cual significa que el país es un cliente poco apetecido para el mercado.