El cantón El Triunfo es el principal productor de caña de azúcar, en donde laboran agricultores como Armando Sánchez. Foto: Mario Faustos/El Comercio
En un poblado conocido como Río Verde, en el cantón El Triunfo, en el Guayas, Ángel Morales, de 56 años, se muestra optimista con el futuro de su negocio: sembrar caña de azúcar en sus 10 hectáreas.
Su optimismo empezó cuando el Gobierno firmó contratos de compra de 40 millones de litros de etanol con tres de las empresas productoras de alcohol más grandes del país: Soderal, Codana y Producargo. “Sería excelente que nos compren más caña, podríamos arrendar terrenos y crecer con más plantaciones”.
Dado que el 95% de la caña que se produce en Ecuador se destina a la elaboración de azúcar, y solo el 5% a derivados como el etanol, según el Ministerio de Agricultura (Magap), el sector cañicultor enfrentaría un cambio profundo en el 2015 con la implementación del plan de biocombustible Ecopaís.
La razón: hasta el 2017 se demandará de 36 000 hectáreas adicionales para sembrar caña, de acuerdo con Ministerio Coordinador de la Producción.
Esto representaría un incremento de casi un 40% al hectareaje. Actualmente existen 83 000 ha de caña de azúcar, según datos del Magap.
El compromiso de las empresas productoras de alcohol de acuerdo con el Ministerio Coordinador de la Producción, contempla que se abastezcan de producto de pequeños productores.
La mayor parte del etanol que venden los ingenios se elabora con los residuos de la caña que se usa para extraer azúcar.
“Entregaremos 550 000 litros mes. Al momento con nuestros procesos hemos podido atender la demanda, pero tenemos planes de ampliación conforme el plan del Gobierno crezca”, comenta José Jerves, gerente de Soderal, empresa que por dos años abastecerá de 9 millones de litros de etanol al plan.
A diferencia de otros sectores productivos, la cosecha de caña de azúcar se realiza solo una vez al año y el precio que fijó el Magap de USD 30,75 por tonelada, según varios agricultores pequeños, no compensa la inversión que realizan en mantenimiento de cultivo y pago por obligaciones laborales.
“Por hectárea hay que contratar a dos personas, hay que afiliarlos, pagarles los beneficios sociales y la rentabilidad no da lo que uno gasta. Solo en mantenimiento se gasta más de USD 6 000”, cuenta Víctor Palma, cañicultor de El Triunfo.
Los datos de la Unidad de Estadísticas de Agropecuarias del INEC muestran que la producción de caña se mantuvo en un promedio de 8 millones de toneladas métricas entre el 2007 y el 2012.
El excedente de azúcar en el mundo, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, limita el crecimiento del sector cañicultor en países como Ecuador, en donde trabajan unos 43 000 agricultores, la mayoría pequeños productores.
Para Astolfo Pincay, presidente de la Unión Nacional de Cañicultores del Ecuador, el plan Ecopaís llegó en buen momento y los agricultores como Morales creen que es lo que necesitaban para salir del estancamiento en el que han vivido los productores.
Con más demanda se sembrará más caña exclusivamente para producción de alcohol y habría más ingresos para mejorar sus prácticas en los cultivos.
“El escenario existe, hay buenos suelos para el cultivo de caña y agricultores que están incorporando nuevas hectáreas. El plan sería más exitoso si se contempla también el control de precios de insumos”, menciona Pincay.
Con este panorama, hay agricultores que ya están reemplazando áreas dedicadas a otras actividades por caña de azúcar.
En la hacienda La Paz, por ejemplo, este año se comenzará a sembrar caña en unas 200 hectáreas que antes eran pastizales para ganado. “Ya el ganado no es buen negocio como antes, por lo precios, por eso estamos apostando a la caña, porque además hay incentivos del Gobierno”, cuenta Víctor Castro, encargado de la hacienda ubicada en la vía a Bucay.
Se refiere Programa Nacional de Agroenergía que lleva a cabo el Magap, que incentivará la producción financiando el 39% de los costos del primer año de implementación de los canteros de caña de azúcar.