No hubo variaciones en el dólar. El lunes, en el primer día de restricciones a la compra de dólares en Argentina, la moneda estadounidense seguía cotizándose a 4,22 pesos para la compra y a 4,26 para la venta. La medida fue diseñada para prevenir el lavado de dinero, según fuentes gubernamentales, o para evitar la fuga de capitales, según los críticos.
Fue una mañana un tanto tensa. En las primeras horas pasadas las 10:00, cuando se abren las instituciones financieras en Buenos Aires, algunas casas cambiarias mantenían cerradas las puertas y en las pizarras no constaba la cotización del cambio. Mientras tanto, en su interior se encontraban agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP, el equivalente al SRI ecuatoriano), que afinaban detalles para las operaciones.
EL comprador debe tener una autorización de la AFIP. Para ello, en cada transacción, es obligatorio presentar el documento nacional de identidad, la identificación tributaria (cuit), el registro de ingresos mensuales y hasta la factura de un servicio en donde conste el domicilio. Si la autorización fue denegada, se iniciará un proceso de investigación para conocer cómo el potencial cliente obtuvo esos fondos.
“Es como una Gestapo esto. Cada vez te van pidiendo más requisitos y como chiste te van a pedir hasta el número del calzoncillo”, dijo un hombre que salía de hacer consultas en una casa de cambio en la ‘city porteña’ (el centro financiero de la capital argentina).
El dólar casi no se movió. Las casas cambiarias lucían vacías. Las compras eran mínimas, aunque hubo las grandes ventas en los bancos. Solo se podía hacerlo a través de ventanilla. Estarán suspendidas las operaciones por internet y cajeros automáticos hasta nuevo aviso. Tampoco se veían los “arbolitos” (personas que se paran al lado de las cambiarias y ofrecen comprar dólares en el mercado alterno).
Según el gobierno no es una restricción a la demanda de dólares. El techo de compra mensual puede ser de USD 2 millones. Sin embargo, la AFIP permitirá compras que sean justificadas según el patrimonio de cada persona y/o empresa.
La autorización “dependerá de la capacidad contributiva. Una persona que gana 5000 pesos por mes (USD 1 185) no puede comprar 100 000 dólares ni acá ni en ningún lugar del mundo… Que una empresa que factura 1 700 000 pesos por año (USD 402 000) compre un día USD 2 millones no es algo que parezca habitual y que tenga que ver con el funcionamiento de la economía”, dijo el ministro de Economía, Amado Boudou a radio Continental.
Algunos clientes se quejaban. Ana, por ejemplo, quiso comprar USD 500. Fue con toda la documentación y el respaldo, pero en el banco del cual es clienta se rechazó su compra porque sus ingresos no la avalaban. “Y eso no es cierto”, dijo. Otros salían furiosos porque ni siquiera se le autorizó la compra de USD 100.
Boudou afirmó que la resolución no es para perjudicar a nadie sino “a favor del conjunto de la Argentina” y que no se analiza el destino de los fondos sino el origen, como una medida para evadir el lavado de dinero. Sin embargo, si bien no existe restricción alguna en la compra de dólares para realizar importaciones, pagar deudas o turismo, se deberán presentar documentos que certifiquen esas operaciones.
Para el ex director del Banco Central, Martín Redrado, “esta errática política que tuvo como objetivo mantener el dólar hasta las elecciones muestra falta de convicción en cuál es el valor del dólar”.
En un país que culturalmente sienta confianza en el dólar, la medida trajo consigo las reacciones humorísticas en las redes sociales. “Uno me dice que los trabajadores ahorran en dólares por desconfianza en el peso. La sola idea de que un laburante (trabajador) pueda ahorrar me da risa”, dijo Gerardo Fernández en su cuenta de twitter.