El Gobierno de Álvaro Uribe estaba interesado en reanudar relaciones con el Ecuador, no solo por la necesidad de sostener el comercio con ese país sino también para abrir una fisura entre los gobiernos de Venezuela y Ecuador.
A esta conclusión llegó la Embajada de los EE.UU. en Bogotá, según se advierte en el cable 227458, del 29 de septiembre del 2009. La diplomacia estadounidense hizo esta aseveración luego una reunión con el canciller colombiano de la época, Jaime Bermúdez y con el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
Asimismo, en base a la conversación que tuvieron con Carlos Morales, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, encargado de la Dirección para América Latina y el Caribe.
Morales les dijo a los funcionarios de la Embajada que el cambio de actitud del Ecuador se debe a sus necesidades de abordar diplomáticamente una gama de asuntos que incluyen el comercio, los refugiados, narcóticos y el crimen organizado. Atribuyó la actitud positiva de Correa a su paso por la Presidencia de la Unasur durante la cumbre de ese organismo en Bariloche.
En el comentario final del documento, la Embajada en Bogotá dice que este acercamiento con el Ecuador se produce cuando el presidente venezolano Hugo Chávez ha aumentado su agresividad verbal y sus amenazas comerciales contra Colombia. Por eso, dice, el Gobierno de Colombia está ansioso de mejorar sus relaciones con su vecino Ecuador.
Meses antes, sin embargo, la situación en el Ecuador era distinta.
En el cable 196401, del 11 de marzo del 2009, la embajadora Heather Hodges anotaba, en cambio, que el presidente Correa tenía muy poco interés en mejorar los nexos con Colombia ya que más réditos le producía políticamente su retórica agresiva. Esto, agrega, se producía cuando incluso la gente que lo había apoyado en su decisión de romper relaciones le pedía que busque un acercamiento.
“Dudamos que el gobierno de Correa haga un esfuerzo para lograr la reconciliación, mientras está en campaña para las elecciones del 26 abril (reelección de Correa)”, dice el cable. Y agrega que se integrará una comisión para investigar lo que ocurrió en Angostura es “otro intento para convencer a los votantes de que el Gobierno del Ecuador no está escondiendo nada”.
Dado que Ecuador y Colombia tienen un flujo comercial que no se ha interrumpido, “Correa está convencido de que tiene más por ganar manteniendo la disputa que buscando una solución”.