Un comando armado mató a 19 personas e hirió a otras cuatro en un ataque contra un centro cristiano de rehabilitación de drogadictos en la provincia de Chihuahua, frontera de México con Estados Unidos.
El comando armado, integrado por entre 20 y 25 sicarios, ingresó a la medianoche del viernes al centro de rehabilitación, obligó a 23 de los internos a tenderse en el piso boca abajo y mató a balazos a 19 de ellos. Otros cuatro resultaron heridos en el ataque, según las investigaciones de la Policía.
La masacre fue condenada por el presidente Felipe Calderón, que se encuentra en Johannesburgo, donde presenció el empate 1-1 de México con Sudáfrica por el arranque de la Copa Mundial.
El ataque ocurrió en la madrugada en el marco de la guerra que declaró desde el 2006 Calderón a las bandas del narcotráfico, enfrentadas entre sí también, con al menos 22 700 asesinatos.
Calderón calificó a la masacre como un acto de barbarie: “Lo acontecido en el Centro de Rehabilitación Fe y Vida, en el estado de Chihuahua, son actos indignantes que refuerzan la convicción de la necesidad de combatir con toda la fuerza de la Ley a grupos criminales que realizan semejantes actos de barbarie”.
El centro de rehabilitación está localizado en la ciudad de Chihuahua, capital de la provincia homónima, a 350 km al sur de la violenta Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, EE.UU., donde los atacantes dejaron mensajes en los que acusaron a las víctimas de ser delincuentes.
“Eso les pasa por violadores, asaltantes, escorias y marranos”, se leía en cartulinas dejadas en el lugar. Las investigaciones preliminares indicaron que el comando armado llegó a bordo de tres o cuatro furgonetas, despertó a los hombres que estaban en su interior y los obligaron a colocarse boca abajo en el suelo.
En tanto, al menos 20 personas murieron tras la incursión de hombres armados en varios puntos de ciudad Madero, en el estado de Tamaulipas, informó la Policía. Una fuente de la Procuraduría precisó que los asesinatos están relacionados con la actuación de un grupo de civiles armados.