El río Negro, uno de los principales de la cuenca amazónica, que baña las costas de la ciudad brasileña de Manaos, experimenta la peor baja desde 1963 a raíz de la sequía, por la cual varios municipios se declararon en estado de emergencia.El nivel del río Negro perdió seis centímetros el fin de semana y alcanzó 13,63 metros, informó el gerente de Hidrología del Servicio Geológico, Daniel Oliveira. El anterior récord fue registrado hace 47 años, con 13,64 metros.La fuerte sequía afecta especialmente a la región central de la Amazonía. Al oeste de ese estado, el río Solimoes también ronda niveles históricos por la sequía.El nivel del río Amazonas en la estación de medición de Parintins bajó, la semana pasada, a 162 centímetros, el segundo menor de los últimos 40 años. “El principal impacto de la sequía es sufrido por la navegación. Hay lugares a los que las embarcaciones no llegan y los habitantes se quedan sin combustible para generar luz. Además, el precio de los alimentos sube, porque, con la sequía, aumenta el tiempo de movilización de las embarcaciones”, dijo Oliveira. El servicio de meteorología pronosticó que el bajo nivel de los ríos se mantendrá a corto plazo, y que la recuperación depende de las lluvias que caigan en la región en los próximos meses. Según el Sistema de Protección de la Amazonía (Sipam), la región amazónica enfrentará a partir de la semana próxima lluvias intensas, que seguirán por lo menos hasta diciembre.Un total de 38 de los 62 municipios del estado de Amazonas decretaron situación de emergencia debido a la sequía que afecta a 62 000 familias, según los datos de la Defensa Civil.El Gobierno anunció una ayuda de 13,5 millones de dólares para esos municipios, destinada a llevar alimentos, filtros purificadores y equipos de abastecimiento de agua potable.La temporada de lluvias debe comenzar en noviembre.El río Negro es el segundo mayor del mundo en volumen de agua, detrás del río Amazonas.