Rusia denunció el martes (27 de enero del 2015) la detención en Nueva York de un presunto espía ruso, que obedece a una “campaña antirrusa” lanzada por Estados Unidos en un contexto de tensiones inéditas desde la Guerra Fría entre Occidente y Moscú.
“Estados Unidos ha lanzado una nueva fase de la campaña antirrusa”, afirmó el portavoz del ministerio ruso de Exteriores, Alexandre Lukashevich, y pidió a los servicios secretos estadounidenses que “acaben con las provocaciones” que “minan las perspectivas de cooperación” entre ambos países.