Luego de la desaparición de la nave sumergible con cinco personas a bordo el domingo, 18 de junio de 2023, que exploraba las profundidades del océano Atlántico buscando los restos del Titanic, la búsqueda continúa aunque con menos esperanza de hallarlos con vida.
En su interior, el submarino tenía oxígeno suficiente para unas 96 horas, pero a medida que el tiempo pasa, esa cifra desciende. Este jueves, 22 de junio se cumplen cuatro días desde su despegue.
Además del contrarreloj, los rescatistas saben que encontrar un pequeño sumergible en las vastas aguas de la remota costa canadiense de Terranova es una operación complicada de lograr.
Sin embargo, en las últimas horas se han reportado sonidos de golpes en el área delimitada de búsqueda que han devuelto la esperanza de encontrar a las personas con vida.
¿Por qué es tan difícil encontrar el sumergible?
Existen varios factores que complican la búsqueda, entre ellos: el clima, la poca visibilidad y oscuridad de la profundidad del mar.
Alistair Greig, profesor de ingeniería marina del University College London, explicó para la BBC de Londres, por qué la búsqueda es tan complicada.
“La comunicación a través del agua es siempre muy difícil. Una vez que se pierde la comunicación, es muy difícil ubicar dónde está. Uno de los grandes problemas del operativo es que no saben si mirar en la superficie del Atlántico o en el fondo del mar. Podría estar en cualquiera de los dos lugares”, comentó.
El experto cree probable que el submarino de OceanGate esté flotando o hundido del todo.
Otra dificultad es que la nave puede estar en un movimiento impredecible y constante.
Jamie Pringle, investigador de la Keele University, explicó para el medio inglés que “si la nave está en la superficie del océano, será muy difícil detectarlo porque, como es un sumergible, está diseñado para tener una flotabilidad neutra. Es decir, la mayor parte de la nave flota bajo el agua con solo una pequeña cantidad de superficie visible“.
Al ser el sumergible del tamaño de una furgoneta grande, “tratar de encontrar algo así desde el aire, particularmente si se han quedado sin energía y no puedan enviar señales, es un verdadero desafío”, añadió.
De todas maneras, en el caso que los tripulantes hayan podido sacar la nave hacia la superficie, es imposible abrir al vehículo marino desde dentro.
Las compuertas del submarino solamente pueden ser abiertas por un equipo especializado desde el exterior.
“Si está en el fondo del mar, no se tratará tanto de buscarlos, sino de escucharlos porque lo que se usa para localizarlos es un sonar y, con suerte, la tripulación hará algo de ruido en el casco, que se puede detectar”, puntualizó Pringle.
¿Quiénes viajaban en el sumergible?
La empresa propietaria del sumergible, la OceanGate Expeditions, ofrecía en su web viajes de ocho días y siete noches para visitar los restos del Titanic, con un precio aproximado de 250 000 dólares.
Mientras, los equipos de rescate permanecen en la búsqueda de los cinco integrantes de la tripulación: el empresario paquistaní Shahzada Dawood; su hijo Suleman; el explorador británico Hamish Harding; el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el consejero delegado de la firma OceanGate, que opera el submarino y Stockton Rush.
La operación se mantiene lanzando sonoboyas en el agua que permiten escuchar cualquier sonido fuera de lo común.
La nave Titán, perteneciente a la empresa OceanGate, desapareció tras perder contacto con la base 1 hora y 45 minutos después de su lanzamiento.
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