De poderosos a repudiados

Dominique


La reciente captura del español Rodrigo Rato, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), por supuestos delitos de blanqueo de capitales, fraude y ocultamiento de bienes, y la que dos años atrás había sufrido Dominique Strauss-Kahn –que había ocupado el mismo cargo– por proxenetismo y desvío de recursos del FMI, pusieron de presente otros casos en los que poderosos de la política y la economía mundial fueron más allá de lo que sus cargos les permitían y hoy son señalados por la opinión pública y juzgados por los tribunales.
En Colombia también abundan casos de poderosos que llevados por la codicia han promovido la corrupción y los malos manejos para su beneficio, pero que también han caído en manos de la justicia.
En la política local o internacional hay muchos ejemplos, tal vez porque es la actividad en la que es más visible el ejercicio del poder. Sin embargo, en el ámbito privado, en los últimos años se han conocido hechos emblemáticos de abuso del poder que incluso han ocasionado la quiebra de compañías y bancos.
El escrutinio público y también las políticas de transparencia implantadas por las propias entidades y las tecnologías de información hacen más fácil y rápido resolver los casos en los que los poderosos pecan.
Pero la pregunta que muchos se hacen es qué se esconde en las mentes de quienes aparentemente lo tienen todo –poder, dinero, reconocimiento e inteligencia– cuando deciden saltar las barreras de lo que legalmente pueden hacer y entran en los caminos del Código Penal.
Para el médico psiquiatra Jorge Forero, presidente del Instituto para el Desarrollo de la Salud Emocional (Idesem), claramente lo que se ve en esta clase de individuos es un trastorno de personalidad que se va estructurando “en su virtud de su solvencia, poder y la tenencia del dinero”.
En diálogo con EL TIEMPO, Forero consideró que el principal trastorno que desarrollan este tipo de personas es el narcisismo, una forma patológica extrema en la que el paciente sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación.
Así, de acuerdo con el especialista, para mantener esa línea de poder, los sujetos “asumen conductas antisociales que van en contra de las demás personas y todo con el propósito de mantener su imagen incólume acumulando dinero de cualquier forma”.
Para el médico psiquiatra, el viejo refrán que dice “consiguió plata y se olvidó de los que no la tienen” no es desacertado, pues es más frecuente que quienes con su perseverancia logran la fama, el poder y el dinero puedan desarrollar ese trastorno de personalidad e incurran en conductas de tipo delictivo.
En cambio, explicó, hay gente que nunca ha tenido necesidades materiales y se podría decir que “nacieron en una cuna de oro”, por lo que en muchos menos casos el poder se les sube a la cabeza y no es tan frecuente que sufran de “esas condiciones de megagrandeza”.
En los últimos años, al menos desde el 2008, cuando estalló una gran crisis financiera y económica en Estados Unidos y Europa, se han conocido muchos casos de suicidios de poderosos banqueros y empresarios que no pudieron sobrellevar el fracaso y decidieron acabar con sus vidas.
Entre el 2013 y el 2014, según cifras de la Comisión Europea, han muerto en estas circunstancias 64 altos funcionarios bancarios.
Dominique Strauss-Kahn

Tras ser ministro de Economía de Francia, buscó ser candidato a la presidencia y luego fue elegido al frente del FMI, pero en mayo del 2011 renunció tras conocerse la denuncia por un ataque sexual contra una camarera en un hotel de Nueva York donde se realizaba una reunión del organismo. El caso se solucionó luego de un arreglo millonario, pero un año después fue detenido por una investigación por proxenetismo y desvío de fondos del FMI, en el que él figuraba como el cerebro.
Rodrigo Rato

Su carrera comenzó como diputado de las Altas Cortes. Fue vicepresidente segundo del gobierno español, ministro de Economía y Hacienda y luego fue elegido director gerente del FMI. En el 2010 fue nombrado presidente de Caja Madrid y luego de Bankia, en donde se detectaron malas operaciones financieras y un desfase patrimonial de 3.500 millones de euros, lo que lo obligó a renunciar. La entidad, tras su gestión, fue nacionalizada. Rato es investigado por blanqueo de capitales, fraude y ocultamiento de bienes.
Bernard Madoff

Desde los 24 años, presidió una firma de inversión que fue una de las más grandes de Wall Street. En diciembre del 2008, fue acusado de un fraude (tipo pirámide) que alcanzó los 50.000 millones de dólares, el mayor realizado en la historia. Madoff era de la alta sociedad neoyorquina y sus contactos iban desde magnates y estrellas de la televisión hasta poderosos miembros del Congreso y el Gobierno. Fue sentenciado a 150 años de prisión.
Eike Batista

Brasileño de padres alemanes, fue un emprendedor que en el 2012 fue el hombre más rico de Brasil y el séptimo en el mundo. Sus negocios en el sector minero, los ayudó a crecer gracias a intrigas y rumores sobre su competencia y, además, indujo a miles de inversionistas a depositar recursos en sus negocios, que hoy en día están prácticamente en la quiebra.
María das Graças Silva

Hasta hace poco fue la presidenta de Petrobras, la petrolera estatal brasileña. Nació y se crió en una de las favelas más pobres de Río de Janeiro. Luego de 32 años en la firma, fue elegida en el máximo cargo, pero dos años después renunció al revelarse el mayor escándalo en la historia de Brasil, que involucró financiación con recursos de la petrolera al Partido de los Trabajadores de la presidenta Dilma Rousseff y enriquecimiento de algunos políticos y empresarios. Los recursos desviados suman unos 2.100 millones de dólares. Actualmente, se investiga su posible participación en el caso.