El papa Francisco se reunió con el patriarca ortodoxo ruso, Kirill en La Habana, Cuba. EFE
El papa Francisco elogió hoy, 12 de febrero del 2016, especialmente el papel de Cuba en la celebración de la histórica reunión que mantuvo en La Habana con el patriarca ortodoxo ruso, Kirill, tras más de mil años de separación de ambas Iglesias cristianas.
“Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad“, dijo Francisco al comparecer ante la prensa tras firmar una declaración conjunta con Kirill en una sala de protocolo del aeropuerto de La Habana.
Ambos jerarcas religiosos llamaron en ella a defender el cristianismo. “Nuestro encuentro fraterno se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el norte y el sur, el este y el oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes”, señalaron también en la declaración conjunta.
Francisco desempeñó un papel crucial como mediador para el histórico deshielo entre la isla y Estados Unidos iniciado en diciembre de 2014.
Debido a sus buenos vínculos con el presidente cubano, Raúl Castro, el Vaticano apoyó la elección de Cuba como “lugar neutral” para celebrar el encuentro.
El patriarcado de Moscú, por su parte, ve con buenos ojos a la isla socialista por los buenos lazos existentes entre Rusia y Cuba desde las épocas de la Unión Soviética. En los últimos años, la isla caribeña ha pasado del aislamiento en la esfera diplomática occidental a convertirse en centro de importantes encuentros y en mediador de conflictos armados como el de Colombia, el más antiguo del continente.
Cuba fue durante décadas un país que se declaró ateo en su Constitución y desde 1992 pasó a denominarse laico. Pero es un punto de distensión para ambas Iglesias porque está lejos de las pugnas territoriales entre católicos y ortodoxos. Se considera que el nuevo perfil diplomático de Cuba está también vinculado a la presidencia de Raúl Castro, más pragmático defendiendo la máxima de “convivir en la diversidad”.