Un hombre con cadenas en las manos y una bandera de Nicaragua participa en una misa de acción de gracias por la liberación de los ‘presos políticos’, el 16 de junio del 2019, en la Catedral Metropolitana de Managua (Nicaragua). Foto: EFE
Una delegación de la oposición de Nicaragua viajó a Washington para cabildear ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) un aumento la presión contra el presidente Daniel Ortega, a fin de que restablezca los derechos humanos y permita el retorno de la democracia, informó este miércoles 11 de marzo del 2020 la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
El viaje de los opositores se dio en días recientes, en el marco de la crisis sociopolítica que instó a que la OEA iniciara el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, por rompimiento del orden constitucional, que de concretarse suspendería al país del organismo.
“La delegación fue a buscar apoyo para la democracia en Nicaragua, respaldo a la lucha del pueblo nicaragüense, en especial, asegurar los votos suficientes para las decisiones que se van a tomar pasado el 20 de este mes”, dijo el dirigente de la Alianza Cívica, José Pallais.
La delegación, conformada por representantes de diversos sectores opositores, incluyendo la Unidad Nacional Azul y Blanco, se reunió con diplomáticos acreditados ante la OEA, para lograr los apoyos necesarios en las votaciones previstas en las diferentes instancias, destacó la Alianza, en un comunicado.
Pallais sostuvo que las votaciones referidas por la Alianza están relacionadas con las condenas a favor de los derechos humanos en Nicaragua y en contra de Ortega, y reconoció que a la oposición nicaragüense le interesa la reelección de Luis Almagro como secretario general de la OEA.
“Nosotros estamos clarísimos que, de los tres candidatos, la mejor opción es Almagro, porque está comprometido con la defensa de la democracia”, afirmó Pallais.
Almagro no solamente está al tanto de la situación de Nicaragua desde el estallido popular contra Ortega en abril de 2018, sino que además fue él mismo quien propuso la aplicación de la Carta Democrática, recordó Pallais.
El representante opositor sostuvo que la delegación nicaragüense volvió “optimista” de Washington, porque sus integrantes percibieron “comprensión de que las cosas han continuado mal en Nicaragua, que la represión se ha desorbitado, que las garantías constitucionales y ciudadanas están totalmente restringidas, y que esto tiene que superarse a través de elecciones libres, democráticas”.
Nicaragua atraviesa una crisis que ha dejado cientos de presos, muertos o desaparecidos, así como decenas de miles en el exilio, desde el estallido antigubernamental, algo no visto desde los años 1980 a 1990, también con Ortega siendo presidente.
Tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los de Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por la violencia, que incluye crímenes “de lesa humanidad”, mientras que Ortega dice defenderse de un “golpe de Estado fallido”.